Juan J. Molina

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sábado, 27 de octubre de 2012

PSOE: LA INSOPORTABLE LEVEDAD DE SER “NA”, por Juan J. Molina


" Es imposible llegar a ser más leve que la fina capa de tópicos inconsistentes en los que se ha convertido el pensamiento socialista."



No me gustaría estar en la piel de los socialistas españoles, en realidad en la de ningún socialista, debe ser muy difícil mantener el tipo cuando todos los cimientos sobre los que has construido tu discurso político se tambalean,  amenazando con desmoronarse como un castillo de naipes.
Antaño anticapitalistas y hoy navegando como pueden en un mar de capitales y libres mercados del que no entienden ni el nombre de los vientos. Me pregunto si se habrán enterado de que el socialismo, como ideología, tal y como lo parieron sus creadores es hoy un zombi hambriento de impuestos y de ricos a los que desplumar. ¿Qué queda de un socialismo colectivista que donde se ha probado ha dejado un desierto de pobreza y ruina? Queda confusión en las filas, balbuceos sobre distribución de riquezas, alcanforadas luchas de clase, líderes irresponsables y mucho ruido, ruido de derechos perdidos, ruido de más estado disfrazado de servicios públicos, ruido de referéndums contra gobiernos elegidos democráticamente, nos gusten más o nos gusten menos.
Después de los últimos varapalos electorales el partido socialista obrero español es un hormiguero desquiciado. Es imposible llegar a ser más leve que la fina capa de tópicos inconsistentes en los que se ha convertido el pensamiento socialista. No son socialistas porque no se atreven a abdicar sin miedo del capitalismo, entre otras cosas, porque saben que fuera de él no hay nada excepto desolación. Llevan años coqueteando con el nacionalismo vasco y catalán atravesando una franja de tierra de nadie, un territorio entre el quiero y no puedo, intentando caerle bien a todos, cosa imposible, al final los que nunca les votarían se aprovechan y los que les votan se desquician con tanta bebería indolente y confusa. Federalismo asimétrico, socialistas catalanes amagando con separase, lendakaris pro abertzales, todo un despropósito continuado. Todavía continúan con cantinelas de memorias históricas de una guerra civil que perdieron hace más de 70 años, abuelos fusilados, desagravios, homenajes, etc. Hubo una guerra, si. La ganó Franco y puso en marcha una dictadura, si. Pero la guerra acabó en el año 40 del siglo XX y hoy estamos en el siglo XXI, por si alguno no se ha enterado todavía.
El último salvavidas al que se aferran es al manoseado estado del bienestar, cuyo primer precursor no fue precisamente un  socialista, sino el canciller alemán Otto Von Bismark a finales del siglo XIX, quien implantó en Alemania la primera legislación con carácter social y que suponía la primera vez que se daba protección para los trabajadores con un seguro sanitario, un seguro de accidentes y una pensión en caso de incapacidad o jubilación. No está mal coger esa bandera pero apoderarse de su autoría es un poco osado. Si eso fue posible era porque había una economía productiva, con todas las problemáticas y abusos propios de la época, pero una economía de libre mercado donde la iniciativa privada llevaba el peso y la iniciativa.
No merece perder más tiempo con una ideología fallida, hoy por hoy, fuera de la libertad y del capitalismo solo queda un páramo desolado y frío. Deberíamos empezar a tirar pesos muertos  por la borda y aplicarnos en mejorar un sistema capitalista que puede y debe ser solidario. Solo un sistema capaz de crear riqueza, como el capitalismo, puede permitirse el acto de justicia de ayudar a los ciudadanos que no puedan conseguir por sus propios medios los mínimos necesarios para llevar a cabo un proyecto de vida digno. Un socialismo enfocado a redistribuir la riqueza pero incapaz de crearla es proyecto destinado al fracaso, fracaso que hemos podido comprobar cada vez que se ha puesto en práctica.
Lo más parecido a una redistribución de la riqueza basada en principios de solidaridad, pero sostenida por un sistema de libre mercado y libertad individual, es el liberalismo social o solidario. Ese es el camino por el deberíamos dirigir nuestros pasos en pos de conseguir una sociedad más equitativa y libre. Lo demás, marxismo, socialismo, socialdemocracia, derecha, izquierda, anarquismo, etc.  Se han revelado como vanidades a los que les viene que ni pintado la máxima del Eclesiastés:
” Entonces miré cuanto habían hecho mis manos y todos los afanes que al hacerlo tuve, y vi que todo era vanidad y apacentarse de viento y que no hay provecho alguno debajo del sol.”

3 comentarios:

  1. !Cuanto me gusta leer tus escritos, de los cuales aprendo un montón, y como el refrán dice; nunca es tarde para aprender! Con tu cargo de Diputado, me temo que nos dispondrás de tiempo para regalarnos tus escritos, de verdad que lo lamentaría. Un saludo, y mi felicitación reiterativa.

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  2. Me encanta tu escrito, tan real como la vida misma. Sin producir, no se puede repartir, que se lo metan en el cerebro. De lo que no tienes, no puedes dar. Sentido común. Continúa recreándonos con tus escritos.Un abrazo.

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  3. Totalmente de acuerdo. Es un barco sin rumbo. Esperemos que en el puerto donde recalen encuentren, mucho sentido común, saber escuchar a expertos, poner en práctica los acuerdos tomados,y entonces, podamos cambiar de opinión sobre ellos. Nunca es tarde para aprender, que se rodeen de personas preparadas y todo podrá irles mejor. Saludos. P.D. Tu escrito me ha servido para enterarme de muchas cosas, gracias.

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