NOCIONES SOBRE
SOCIALISMO EN SUS DISTINTAS VARIANTES
Existe un desconocimiento bastante extendido entre la
sociedad y también, entre la clase dirigente, de lo que significan
ideológicamente la mayoría de las ideologías. Este es un pequeño resumen sobre
el socialismo que quizás deje a más de uno perplejo. El socialismo como
ideología no es compatible con la democracia por eso se hace la distinción
entre socialismo y socialismo democrático, a este último pertenece la social
democracia entre otras corrientes, variantes socialistas que pretenden
finalmente la misma meta, la consecución de una sociedad socialista no
capitalista pero renunciando a la violencia, osea, en vez de revolución
mediante la evolución. Si bien es cierto que algunos socialdemócratas admiten
ahora que el socialismo no tiene por qué ser incompatible con el capitalismo,
no es fácil clasificarlos políticamente, ya que al renunciar a un pilar básico
del socialismo: el control absoluto de la economía por el Estado y abolición
del libre mercado, renuncian de hecho a la base de la ideología socialista
convirtiéndose en otra cosa, quizás neosocialistas.
NACIONAL SOCIALISMO
(Wikipedia)
El término nazi es la apócope de nacionalsocialismo en
alemán. Esta ideología fue institucionalizada en el Partido Nacional Socialista
Alemán de los Trabajadores (PNSAT), en alemán Nationalsozialistische Deutsche
Arbeiterpartei (NSDAP), también conocido como partido Nazi.
El término "Nazi" deriva de las primeras dos
sílabas del nombre oficial del partido: Nationalsozialistische Deutsche
Arbeiterpartei o "NSDAP". Los
miembros del partido se identificaban a sí mismos generalmente como
"Nationalsozialisten" (Nacional socialistas) y solo raramente como
"nazis".
El nazismo se concreta como una ideología totalitario de
tipo fascista en la medida en que se caracteriza por dar una importancia
central y absoluta al estado -a partir del cual se debe organizar toda
actividad nacional (ver Gleichschaltung) representado o encarnado y bajo la
dirección o liderazgo de un caudillo supremo, en este caso Hitler, y por
proponer un racismo, nacionalismo e imperialismo visceral que debe llevar a
conquistar los pueblos que se consideren inferiores.
LAS RAÍCES
SOCIALISTAS DEL NAZISMO (Hayek)
“Todas las fuerzas antiliberales se están
Combinando contra todo lo que es liberal.”
A. Moeller
Van Den Bruck
Es un error general considerar el nacionalsocialismo como
una simple revuelta contra la razón, como un movimiento irracional sin
trasfondo intelectual alguno. Es simplemente, el colectivismo, libre de todas
las huellas de una tradición individualista que pudiera embarazar su
realización. Aunque en este desarrollo llevaron la dirección los pensadores
alemanes, no estuvieron en modo alguno solos. Thomas Carlyle y Houston Stewart
Chamberlain, Auguste Comte y Georges Sorel han participado en esta expansión
continua tanto como cualesquier alemanes. Si bien en un principio estas ideas
no pasaron de ser una corriente intelectual sostenida por una minoría y
despreciadas por la mayoría de los alemanes, lo cierto es que tras la derrota
de la 1º Guerra Mundial fueron calando en la población. Entonces, ¿cómo es que
estas opiniones, sostenidas por una minoría reaccionaria, acabaron por ganar la
asistencia de la gran mayoría de los alemanes y, prácticamente, de toda su
juventud? En realidad, no fue la burguesía, si no más bien la ausencia de una
fuerte burguesía, lo que contribuyó junto a la ayuda del campo socialista a
elevarlas al poder.
Las doctrinas que guiaron a los sectores dirigentes de
Alemania de entre guerras no se oponían al socialismo en cuanto a marxismo,
sino a los elementos liberales contenidos en aquél: su internacionalismo y su
democracia. Y a medida que se hizo más claro que eran precisamente estos los
obstáculos para la realización del socialismo, los socialistas de izquierda se
aproximaron más y más a los de la derecha. Fue la unión de las fuerzas
anticapitalistas de la derecha y la izquierda, la fusión del socialismo radical
con el conservador, lo que expulsó de Alemania a todo lo que era liberal. En
Alemania, la conexión entre nacionalismo y socialismo fue estrecha desde un
principio. Es significativo que los más importantes antecesores del
nacionalsocialismo -Fichte, Rodbertus y Lassalle- fueron al mismo tiempo padres
reconocidos del socialismo. La “idea alemana del Estado”, como la formularon
Fichte, Rodbertus y Lassalle, es que el Estado, ni lo fundan los individuos, ni
se forma de individuos, ni es un agregado de individuos, ni su finalidad es la
de servir cualesquier intereses individuales. Es un Volksgemeinschaft, en la
que el individuo no tiene derechos, sino tan solo deberes.
Quizá el primer representante de esta orientación, y en
muchos aspectos el más característico, fue el profesor Werner Sombart. Sombart
había comenzado como socialista marxista, y todavía en 1909 afirmaba con
orgullo que había dedicado la mayor parte de su vida a luchar por las ideas de
Karl Marx. En su libro de guerra, este viejo socialista saludó la “guerra
alemana” como el conflicto inevitable entre la civilización comercial de
Inglaterra y la cultura heroica de Alemania. Considerar la guerra como inhumana
y sin sentido es un producto de los criterios comerciales. Hay una vida
superior a la vida individual, la vida del pueblo y la vida del Estado, y el
cometido del individuo consiste en sacrificarse por esa vida superior. La
guerra es, para Sombart, la consumación
del sentido heroico de la vida, y la guerra contra Inglaterra es la guerra
contra el ideal opuesto, el ideal comercial de la libertad del individuo y del
confort ingles, que a sus ojos encuentra su más despreciable expresión en…las
máquinas de afeitar halladas en las trincheras inglesas.
Otro exponente de esta intelectualidad fue Johann Plenge,
otra autoridad académica al nivel de Sombart en cuanto a Marx. Su libro: 1789 y
1914. Años simbólicos en la historia del pensamiento político. Está dedicado al
conflicto entre las “Ideas de 1789”, el ideal de libertad, y las “Ideas de
1914”, el ideal de organización. La organización es para él, como para todos
los socialistas que extraen su socialismo de una tosca aplicación de los
ideales científicos a los problemas de la sociedad, la esencia del socialismo.
Poco antes del fin de la 1ª guerra exhortó a sus compatriotas, desde la revista
socialista Die Glocke, de la siguiente manera:
Ha llegado la hora de admitir que el socialismo debe ser una
política de poder, porque tiene que ser organización. El socialismo tiene que
ganar el poder, no debe jamás destruirlo ciegamente. Y la más importante y
crítica cuestión para el socialismo, cuando los pueblos hacen la guerra, es
necesariamente ésta: ¿cuál es el pueblo llamado entre todos al poder, porque es
el conductor ejemplar en la organización de los pueblos?
Y adelanta todas las ideas que servirán después para
justificar el nuevo orden de Hitler:
Precisamente desde el punto de vista del socialismo, que es
organización, el derecho absoluto de autodeterminación de los pueblos, ¿no es
el derecho a la anarquía económica individualista? ¿Estamos dispuestos a
otorgar una completa autodeterminación al individuo en la vida económica? Un
socialismo consecuente solo puede conceder derecho de asociación política a un
pueblo si ello corresponde a la distribución real de las fuerzas históricamente
determinadas.
Todas estas ideas alcanzaron gran difusión entre
intelectuales y políticos de izquierda. Correspondió a un activo político
socialista, miembro del ala izquierda del partido socialdemócrata en el
Reichstag, el desarrollo más completo de estas ideas y su extensa difusión:
Paul Lensch.
Plenge y Lensch suministraron las ideas directoras a los
maestros inmediatos del nacionalsocialismo, particularmente a Oswald Splenger y
A. Moeller van den Bruck, por mencionar solo a dos de los nombres más
conocidos. Splenger sentencia:
La cuestión decisiva, no solo para Alemania, sino para el
mundo, que tiene que ser resuelta por Alemania para el mundo, es: en el futuro,
¿gobernará el comercio al Estado, o el Estado gobernará al comercio? Frente a
esta cuestión, el prusianismo y el socialismo son iguales…Prusianismo y
socialismo combaten a Inglaterra en nuestro mismo seno.
De aquí solo faltaba un paso para que el santo patrono del
nacionalsocialismo, Moeller van den Bruck, proclamase que la guerra mundial era
la guerra entre liberalismo y
socialismo. Como para Splenger, el liberalismo es, pues, el enemigo a muerte.
Moeller van den Bruck celebra el hecho de que:
No hay juventud
liberal en Alemania hoy día. Hay jóvenes revolucionarios; hay jóvenes
conservadores. Pero ¿quién querría ser liberal?...El liberalismo es una
filosofía de la vida a la que ahora la juventud alemana vuelve la espalda con
asco, con ira, con especial desprecio, porque no hay nada más extranjero, más
repugnante, más opuesto a su filosofía. La juventud alemana de hoy reconoce en
el liberalismo a su archienemigo.
El tercer Reich de Moeller van den Bruck pretendía dar a los
alemanes un socialismo adaptado a su naturaleza y no contaminado por las ideas
liberales de Occidente. Y así lo hizo.
La lucha contra el liberalismo en todas sus formas, el
liberalismo que había derrotado a Alemania, fue la idea común que unió a
socialistas y conservadores en un frente único. Primero, fue principalmente en
el Movimiento Juvenil Alemán, casi por entero socialista en inspiración y
propósitos, donde estas ideas se aceptaron más fácilmente y donde se completó
la fusión del socialismo y el nacionalismo. Desde finales de la década de los
20 y hasta la llegada de Hitler al poder, un círculo de jóvenes congregados en
torno a la revista Die Tat y dirigidos por Ferdinand Fried fue, en la esfera
intelectual, el principal exponente de esta tradición. El libro de Fried, Ende
Des Kapitalismus, es quizá el producto más característico de este grupo de
Edelnazis, como se les llamaba en Alemania.
FASCISMO (Wikipedia)
El fascismo es una ideología política fundamentada en un
proyecto de unidad monolítica denominado corporativismo, por ello exalta la
idea de nación frente a la de individuo o clase; suprime la discrepancia
política en beneficio de un partido único y los localismos en beneficio del
centralismo; y propone como ideal la construcción de una utópica sociedad
perfecta, denominada cuerpo social, formado por cuerpos intermedios y sus
representantes unificados por el gobierno central, y que este designaba para
representar a la sociedad.
Para ello el fascismo inculcaba la obediencia de las masas
(idealizadas como protagonistas del régimen) para formar una sola entidad u
órgano socio espiritual indivisible. El fascismo utiliza hábilmente los nuevos
medios de comunicación y el carisma de un líder dictatorial en el que se
concentra todo el poder con el propósito de conducir en unidad al denominado
cuerpo social de la nación.
Puede considerarse que el fascismo italiano es un
totalitarismo centrado en el Estado:
“El pueblo es el cuerpo del Estado, y el Estado es el espíritu del
pueblo. En la doctrina fascista, el pueblo es el Estado y el Estado es el
pueblo.
Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado.”
SOCIALISMO (Wikipedia)
El socialismo es el control por parte de la sociedad,
organizada como un entero, sobre todos sus elementos integrantes, tanto los
medios de producción como las diferentes fuerzas de trabajo aplicadas en las
mismas. El socialismo implica, por
tanto, una planificación y una organización colectiva y consciente de la vida
social y económica. Subsisten sin
embargo criterios encontrados respecto a la necesidad de la centralización de
la administración económica mediante el Estado como única instancia colectiva
en el marco de una sociedad compleja, frente a la posibilidad de formas
diferentes de gestión descentralizada de la colectividad socialista, tanto por
vías autogestionarias como de mercado.
Por extensión se define como socialista a toda doctrina o
movimiento que aboga por su implantación. Frecuentemente coexisten diferentes
movimientos políticos que adoptan el título de Socialismo: desde aquellos con
vagas ideas de búsqueda del bien común e igualdad social, hasta los proyectos
reformistas de construcción progresiva de un Estado socialista en términos
marxistas, o las variantes pre y post-marxistas de socialismo (sean obreristas
o nacionalistas), o al intervencionismo, definiciones de socialismo o de sus
métodos que pueden variar drásticamente según varíen los interlocutores
políticos y que algunas veces se distancian en mayor o menor medida de su
etimología: estatistas, nacionalistas, marxistas, cooperativistas,
corporativistas gremiales clásicos, corporativistas de Estado o fascistas, socialistas
de renta, socialistas de mercado, mutualistas, socialdemócratas modernos, etc.
El socialismo continúa siendo un término de fuerte impacto
político, que permanece vinculado con el establecimiento de un orden
socioeconómico construido por, para, o en función de, una clase trabajadora
organizada originariamente sin un orden económico propio, y para el cual debe
crearse uno público (por vía del Estado o no), ya sea mediante revolución o
evolución social o mediante reformas institucionales, con el propósito de
construir una sociedad sin clases estratificadas o subordinadas unas a otras;
idea esta última que no era originaria del ideario socialista sino del
comunista y cuya asociación es deudora del marxismo-leninismo. La radicalidad
del pensamiento socialista no se refiere tanto a los métodos para lograrlo sino
más bien a los principios que se persiguen.
SOCIALDEMOCRACIA (Wikipedia)
La socialdemocracia es una tendencia política que surgió a
finales del siglo XIX a partir del movimiento socialista. La socialdemocracia
moderna se diferencia de otras concepciones del socialismo por la manera que
interpreta el significado e implicaciones de ese término.
La socialdemocracia surge a finales del siglo XIX y
principios del XX en el seno del movimiento obrero y el socialismo. La necesidad
de articular políticamente el movimiento proletario hizo que en las
conclusiones de la Conferencia de Londres que dio origen a la creación de la
Asociación Internacional de Trabajadores (AIT, 1864) se aconsejara
–inspirándose prioritariamente en el pensamiento marxista– la creación de
partidos políticos. Estos partidos serían los defensores de las ideas
sostenidas por la Internacional y se articularían como "vanguardia
organizada de las fuerzas proletarias".
En la época de su fundación, y una vez expulsados los
anarquistas de la II Internacional en 1896, todos estos partidos nacionales
tuvieron planteamientos ideológicos muy semejantes, inspirados en el triunfante
marxismo. Inicialmente los partidos socialdemócratas incluyeron socialistas
revolucionarios como Rosa Luxemburgo y Lenin, moderados o centristas que
defendía la ortodoxia o camino intermedio como Karl Kautsky y Jean Jaurès y
quienes se concentraban en dos metas, el logro del sufragio universal y la
conquista del Estado a fin de utilizarlo como instrumento de progreso al
socialismo, por ejemplo: Ferdinand Lassalle, etc.
Sin embargo, pronto se abrió una profunda brecha ideológica
por parte de Eduard Bernstein, quien postula –citando a Engels– que el
socialismo se logrará a través de una lucha «prolongada, tenaz, avanzando
lentamente de posición a posición». Lo
que producirá una especie de evolución del capitalismo dado que por un lado: A)
Las condiciones económicas no eran las suficientes como para permitir la aparición
del socialismo y B) Que la concentración o acumulación del capital no se ha
realizado en los términos previstos por Marx, sino por el contrario, se ha
extendido a través de la generalización de las empresas de capital social; lo
que significa que en lugar de pauperizar, la sociedad entera ha logrado mejorar
los niveles de vida de amplios sectores de ella y por el otro, la ampliación de
la democracia y los logros de beneficios sindicales que esa extensión hace
posible significa que el proletariado tendría cada vez más derechos a defender
y por lo tanto, menos razones para una insurrección. Todo lo anterior "ha
revolucionado completamente las condiciones de la lucha del proletariado. Los
métodos de 1848 (la referencia es al Manifiesto Comunista) son obsoletos en todo
sentido".Paralelamente Bernstein argumenta que la extensión de derechos
democráticos a las clases desposeídas -específicamente, el derecho a voto a
quienes no son propietarios cambia las reglas de la política: la democracia se
ha transformado en conquista y herramienta popular y por lo tanto supera la
necesidad de una insurrección y/o guerra civil a fin de instaurar una dictadura
del proletariado. Consecuentemente, Bernstein analizaba la posibilidad de
transformación del capitalismo al socialismo mediante un proceso de reformas
políticas y económicas; la consecución de estas reformas debían figurar en
adelante como objetivo prioritario del movimiento obrero, por lo que la
confrontación electoral y la presencia parlamentaria de los partidos
socialdemócratas se transforma en método central de avance al socialismo.
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