Juan J. Molina

Juan J. Molina
Juan J. Molina

jueves, 4 de octubre de 2012


NOCIONES SOBRE SOCIALISMO EN SUS DISTINTAS VARIANTES
Existe un desconocimiento bastante extendido entre la sociedad y también, entre la clase dirigente, de lo que significan ideológicamente la mayoría de las ideologías. Este es un pequeño resumen sobre el socialismo que quizás deje a más de uno perplejo. El socialismo como ideología no es compatible con la democracia por eso se hace la distinción entre socialismo y socialismo democrático, a este último pertenece la social democracia entre otras corrientes, variantes socialistas que pretenden finalmente la misma meta, la consecución de una sociedad socialista no capitalista pero renunciando a la violencia, osea, en vez de revolución mediante la evolución. Si bien es cierto que algunos socialdemócratas admiten ahora que el socialismo no tiene por qué ser incompatible con el capitalismo, no es fácil clasificarlos políticamente, ya que al renunciar a un pilar básico del socialismo: el control absoluto de la economía por el Estado y abolición del libre mercado, renuncian de hecho a la base de la ideología socialista convirtiéndose en otra cosa, quizás neosocialistas.

NACIONAL SOCIALISMO (Wikipedia)
El término nazi es la apócope de nacionalsocialismo en alemán. Esta ideología fue institucionalizada en el Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores (PNSAT), en alemán Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei (NSDAP), también conocido como partido Nazi.
El término "Nazi" deriva de las primeras dos sílabas del nombre oficial del partido: Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei o "NSDAP".  Los miembros del partido se identificaban a sí mismos generalmente como "Nationalsozialisten" (Nacional socialistas) y solo raramente como "nazis".
El nazismo se concreta como una ideología totalitario de tipo fascista en la medida en que se caracteriza por dar una importancia central y absoluta al estado -a partir del cual se debe organizar toda actividad nacional (ver Gleichschaltung) representado o encarnado y bajo la dirección o liderazgo de un caudillo supremo, en este caso Hitler, y por proponer un racismo, nacionalismo e imperialismo visceral que debe llevar a conquistar los pueblos que se consideren inferiores.
LAS RAÍCES SOCIALISTAS DEL NAZISMO (Hayek)
“Todas las fuerzas antiliberales se están
Combinando contra todo lo que es liberal.”
A.           Moeller Van Den Bruck
Es un error general considerar el nacionalsocialismo como una simple revuelta contra la razón, como un movimiento irracional sin trasfondo intelectual alguno. Es simplemente, el colectivismo, libre de todas las huellas de una tradición individualista que pudiera embarazar su realización. Aunque en este desarrollo llevaron la dirección los pensadores alemanes, no estuvieron en modo alguno solos. Thomas Carlyle y Houston Stewart Chamberlain, Auguste Comte y Georges Sorel han participado en esta expansión continua tanto como cualesquier alemanes. Si bien en un principio estas ideas no pasaron de ser una corriente intelectual sostenida por una minoría y despreciadas por la mayoría de los alemanes, lo cierto es que tras la derrota de la 1º Guerra Mundial fueron calando en la población. Entonces, ¿cómo es que estas opiniones, sostenidas por una minoría reaccionaria, acabaron por ganar la asistencia de la gran mayoría de los alemanes y, prácticamente, de toda su juventud? En realidad, no fue la burguesía, si no más bien la ausencia de una fuerte burguesía, lo que contribuyó junto a la ayuda del campo socialista a elevarlas al poder.
Las doctrinas que guiaron a los sectores dirigentes de Alemania de entre guerras no se oponían al socialismo en cuanto a marxismo, sino a los elementos liberales contenidos en aquél: su internacionalismo y su democracia. Y a medida que se hizo más claro que eran precisamente estos los obstáculos para la realización del socialismo, los socialistas de izquierda se aproximaron más y más a los de la derecha. Fue la unión de las fuerzas anticapitalistas de la derecha y la izquierda, la fusión del socialismo radical con el conservador, lo que expulsó de Alemania a todo lo que era liberal. En Alemania, la conexión entre nacionalismo y socialismo fue estrecha desde un principio. Es significativo que los más importantes antecesores del nacionalsocialismo -Fichte, Rodbertus y Lassalle- fueron al mismo tiempo padres reconocidos del socialismo. La “idea alemana del Estado”, como la formularon Fichte, Rodbertus y Lassalle, es que el Estado, ni lo fundan los individuos, ni se forma de individuos, ni es un agregado de individuos, ni su finalidad es la de servir cualesquier intereses individuales. Es un Volksgemeinschaft, en la que el individuo no tiene derechos, sino tan solo deberes.
Quizá el primer representante de esta orientación, y en muchos aspectos el más característico, fue el profesor Werner Sombart.  Sombart  había comenzado como socialista marxista, y todavía en 1909 afirmaba con orgullo que había dedicado la mayor parte de su vida a luchar por las ideas de Karl Marx. En su libro de guerra, este viejo socialista saludó la “guerra alemana” como el conflicto inevitable entre la civilización comercial de Inglaterra y la cultura heroica de Alemania. Considerar la guerra como inhumana y sin sentido es un producto de los criterios comerciales. Hay una vida superior a la vida individual, la vida del pueblo y la vida del Estado, y el cometido del individuo consiste en sacrificarse por esa vida superior. La guerra es, para Sombart,  la consumación del sentido heroico de la vida, y la guerra contra Inglaterra es la guerra contra el ideal opuesto, el ideal comercial de la libertad del individuo y del confort ingles, que a sus ojos encuentra su más despreciable expresión en…las máquinas de afeitar halladas en las trincheras inglesas.  
Otro exponente de esta intelectualidad fue Johann Plenge, otra autoridad académica al nivel de Sombart en cuanto a Marx. Su libro: 1789 y 1914. Años simbólicos en la historia del pensamiento político. Está dedicado al conflicto entre las “Ideas de 1789”, el ideal de libertad, y las “Ideas de 1914”, el ideal de organización. La organización es para él, como para todos los socialistas que extraen su socialismo de una tosca aplicación de los ideales científicos a los problemas de la sociedad, la esencia del socialismo. Poco antes del fin de la 1ª guerra exhortó a sus compatriotas, desde la revista socialista Die Glocke, de la siguiente manera:
Ha llegado la hora de admitir que el socialismo debe ser una política de poder, porque tiene que ser organización. El socialismo tiene que ganar el poder, no debe jamás destruirlo ciegamente. Y la más importante y crítica cuestión para el socialismo, cuando los pueblos hacen la guerra, es necesariamente ésta: ¿cuál es el pueblo llamado entre todos al poder, porque es el conductor ejemplar en la organización de los pueblos?
Y adelanta todas las ideas que servirán después para justificar el nuevo orden de Hitler:
Precisamente desde el punto de vista del socialismo, que es organización, el derecho absoluto de autodeterminación de los pueblos, ¿no es el derecho a la anarquía económica individualista? ¿Estamos dispuestos a otorgar una completa autodeterminación al individuo en la vida económica? Un socialismo consecuente solo puede conceder derecho de asociación política a un pueblo si ello corresponde a la distribución real de las fuerzas históricamente determinadas.
Todas estas ideas alcanzaron gran difusión entre intelectuales y políticos de izquierda. Correspondió a un activo político socialista, miembro del ala izquierda del partido socialdemócrata en el Reichstag, el desarrollo más completo de estas ideas y su extensa difusión: Paul Lensch.
Plenge y Lensch suministraron las ideas directoras a los maestros inmediatos del nacionalsocialismo, particularmente a Oswald Splenger y A. Moeller van den Bruck, por mencionar solo a dos de los nombres más conocidos.  Splenger sentencia:
La cuestión decisiva, no solo para Alemania, sino para el mundo, que tiene que ser resuelta por Alemania para el mundo, es: en el futuro, ¿gobernará el comercio al Estado, o el Estado gobernará al comercio? Frente a esta cuestión, el prusianismo y el socialismo son iguales…Prusianismo y socialismo combaten a Inglaterra en nuestro mismo seno.
De aquí solo faltaba un paso para que el santo patrono del nacionalsocialismo, Moeller van den Bruck, proclamase que la guerra mundial era la guerra entre  liberalismo y socialismo. Como para Splenger, el liberalismo es, pues, el enemigo a muerte. Moeller van den Bruck celebra el hecho de que:
No hay juventud liberal en Alemania hoy día. Hay jóvenes revolucionarios; hay jóvenes conservadores. Pero ¿quién querría ser liberal?...El liberalismo es una filosofía de la vida a la que ahora la juventud alemana vuelve la espalda con asco, con ira, con especial desprecio, porque no hay nada más extranjero, más repugnante, más opuesto a su filosofía. La juventud alemana de hoy reconoce en el liberalismo a su archienemigo.
El tercer Reich de Moeller van den Bruck pretendía dar a los alemanes un socialismo adaptado a su naturaleza y no contaminado por las ideas liberales de Occidente. Y así lo hizo.
La lucha contra el liberalismo en todas sus formas, el liberalismo que había derrotado a Alemania, fue la idea común que unió a socialistas y conservadores en un frente único. Primero, fue principalmente en el Movimiento Juvenil Alemán, casi por entero socialista en inspiración y propósitos, donde estas ideas se aceptaron más fácilmente y donde se completó la fusión del socialismo y el nacionalismo. Desde finales de la década de los 20 y hasta la llegada de Hitler al poder, un círculo de jóvenes congregados en torno a la revista Die Tat y dirigidos por Ferdinand Fried fue, en la esfera intelectual, el principal exponente de esta tradición. El libro de Fried, Ende Des Kapitalismus, es quizá el producto más característico de este grupo de Edelnazis, como se les llamaba en Alemania.

FASCISMO (Wikipedia)
El fascismo es una ideología política fundamentada en un proyecto de unidad monolítica denominado corporativismo, por ello exalta la idea de nación frente a la de individuo o clase; suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único y los localismos en beneficio del centralismo; y propone como ideal la construcción de una utópica sociedad perfecta, denominada cuerpo social, formado por cuerpos intermedios y sus representantes unificados por el gobierno central, y que este designaba para representar a la sociedad.
Para ello el fascismo inculcaba la obediencia de las masas (idealizadas como protagonistas del régimen) para formar una sola entidad u órgano socio espiritual indivisible. El fascismo utiliza hábilmente los nuevos medios de comunicación y el carisma de un líder dictatorial en el que se concentra todo el poder con el propósito de conducir en unidad al denominado cuerpo social de la nación.
Puede considerarse que el fascismo italiano es un totalitarismo centrado en el Estado:
“El pueblo es el cuerpo del Estado, y el Estado es el espíritu del pueblo. En la doctrina fascista, el pueblo es el Estado y el Estado es el pueblo.
Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado.”

SOCIALISMO (Wikipedia)
El socialismo es el control por parte de la sociedad, organizada como un entero, sobre todos sus elementos integrantes, tanto los medios de producción como las diferentes fuerzas de trabajo aplicadas en las mismas.  El socialismo implica, por tanto, una planificación y una organización colectiva y consciente de la vida social y económica.  Subsisten sin embargo criterios encontrados respecto a la necesidad de la centralización de la administración económica mediante el Estado como única instancia colectiva en el marco de una sociedad compleja, frente a la posibilidad de formas diferentes de gestión descentralizada de la colectividad socialista, tanto por vías autogestionarias como de mercado.
Por extensión se define como socialista a toda doctrina o movimiento que aboga por su implantación. Frecuentemente coexisten diferentes movimientos políticos que adoptan el título de Socialismo: desde aquellos con vagas ideas de búsqueda del bien común e igualdad social, hasta los proyectos reformistas de construcción progresiva de un Estado socialista en términos marxistas, o las variantes pre y post-marxistas de socialismo (sean obreristas o nacionalistas), o al intervencionismo, definiciones de socialismo o de sus métodos que pueden variar drásticamente según varíen los interlocutores políticos y que algunas veces se distancian en mayor o menor medida de su etimología: estatistas, nacionalistas, marxistas, cooperativistas, corporativistas gremiales clásicos, corporativistas de Estado o fascistas, socialistas de renta, socialistas de mercado, mutualistas, socialdemócratas modernos, etc.
El socialismo continúa siendo un término de fuerte impacto político, que permanece vinculado con el establecimiento de un orden socioeconómico construido por, para, o en función de, una clase trabajadora organizada originariamente sin un orden económico propio, y para el cual debe crearse uno público (por vía del Estado o no), ya sea mediante revolución o evolución social o mediante reformas institucionales, con el propósito de construir una sociedad sin clases estratificadas o subordinadas unas a otras; idea esta última que no era originaria del ideario socialista sino del comunista y cuya asociación es deudora del marxismo-leninismo. La radicalidad del pensamiento socialista no se refiere tanto a los métodos para lograrlo sino más bien a los principios que se persiguen.
SOCIALDEMOCRACIA (Wikipedia)
La socialdemocracia es una tendencia política que surgió a finales del siglo XIX a partir del movimiento socialista. La socialdemocracia moderna se diferencia de otras concepciones del socialismo por la manera que interpreta el significado e implicaciones de ese término.
La socialdemocracia surge a finales del siglo XIX y principios del XX en el seno del movimiento obrero y el socialismo. La necesidad de articular políticamente el movimiento proletario hizo que en las conclusiones de la Conferencia de Londres que dio origen a la creación de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT, 1864) se aconsejara –inspirándose prioritariamente en el pensamiento marxista– la creación de partidos políticos. Estos partidos serían los defensores de las ideas sostenidas por la Internacional y se articularían como "vanguardia organizada de las fuerzas proletarias".
En la época de su fundación, y una vez expulsados los anarquistas de la II Internacional en 1896, todos estos partidos nacionales tuvieron planteamientos ideológicos muy semejantes, inspirados en el triunfante marxismo. Inicialmente los partidos socialdemócratas incluyeron socialistas revolucionarios como Rosa Luxemburgo y Lenin, moderados o centristas que defendía la ortodoxia o camino intermedio como Karl Kautsky y Jean Jaurès y quienes se concentraban en dos metas, el logro del sufragio universal y la conquista del Estado a fin de utilizarlo como instrumento de progreso al socialismo, por ejemplo: Ferdinand Lassalle, etc.
Sin embargo, pronto se abrió una profunda brecha ideológica por parte de Eduard Bernstein, quien postula –citando a Engels– que el socialismo se logrará a través de una lucha «prolongada, tenaz, avanzando lentamente de posición a posición».  Lo que producirá una especie de evolución del capitalismo dado que por un lado: A) Las condiciones económicas no eran las suficientes como para permitir la aparición del socialismo y B) Que la concentración o acumulación del capital no se ha realizado en los términos previstos por Marx, sino por el contrario, se ha extendido a través de la generalización de las empresas de capital social; lo que significa que en lugar de pauperizar, la sociedad entera ha logrado mejorar los niveles de vida de amplios sectores de ella y por el otro, la ampliación de la democracia y los logros de beneficios sindicales que esa extensión hace posible significa que el proletariado tendría cada vez más derechos a defender y por lo tanto, menos razones para una insurrección. Todo lo anterior "ha revolucionado completamente las condiciones de la lucha del proletariado. Los métodos de 1848 (la referencia es al Manifiesto Comunista) son obsoletos en todo sentido".Paralelamente Bernstein argumenta que la extensión de derechos democráticos a las clases desposeídas -específicamente, el derecho a voto a quienes no son propietarios cambia las reglas de la política: la democracia se ha transformado en conquista y herramienta popular y por lo tanto supera la necesidad de una insurrección y/o guerra civil a fin de instaurar una dictadura del proletariado. Consecuentemente, Bernstein analizaba la posibilidad de transformación del capitalismo al socialismo mediante un proceso de reformas políticas y económicas; la consecución de estas reformas debían figurar en adelante como objetivo prioritario del movimiento obrero, por lo que la confrontación electoral y la presencia parlamentaria de los partidos socialdemócratas se transforma en método central de avance al socialismo.

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