Juan J. Molina

Juan J. Molina
Juan J. Molina

domingo, 20 de septiembre de 2009

CUBA, LOS ARTISTAS Y LOS HOMBRES


CUBA, LOS ARTISTAS Y LOS HOMBRES

Cuentan que un griego que vivía al pie de una montaña sobre la que se levantaba un templo con una reluciente estatua de un Dios, un día después de de más de treinta años rezando cada mañana y cada tarde a la resplandeciente divinidad, decidió subir hasta el templo y presentarle una ofrenda personal y así lo hizo, cuando llegó hasta la figura la luz que desprendía con los rayos de sol del mediodía era casi cegadora, el hombre presentó su ofrenda y antes de volver a su casa no pudo resistir la tentación de tocar la estatua, cuando se miró los dedos los tenía llenos de purpurina, cuentan que ya nunca más volvió a rezar. Si quieren un consejo no se esfuercen demasiado en conocer a aquellas personas que admiran por su trabajo o sus obras, si el destino las pone en su camino ya no tiene remedio y quizás merezca la pena, pero es muy probable que les ocurra lo mismo que a aquel griego, que dejen de creer.
Les cuento todo esto porque he leído que unos artistas, algunos de los cuales admiro por su trabajo, han dado no hace mucho un concierto por “la paz” en la plaza de la revolución de la capital cubana. Desconocía que hubiese una guerra en Cuba, que yo sepa lo que hay allí es una dictadura socialista, hambre, censura, falta de libertad de expresión, prohibición para crear asociaciones políticas, presos políticos y no se cuantas cosas más que riman con totalitarismo.
Recuerdo lo mucho que me ha gustado siempre la forma en que dice las cosas Víctor Manuel, sin llegar a decirlas del todo, insinuándolas, y lo buenas que son algunas canciones de Miguel Bosé, y que decir de Pablo Milanes que tiene verdaderas obras maestras de la delidecadeza, sin ir más lejos “Yolanda”. Son muy buenos, me gustan y quiero que me sigan gustando, por eso no quiero tocarlos con las manos y mirarme los dedos llenos de purpurina. Los artistas y los hombres conviven en el mismo cuerpo pero no son la misma persona, y lo se por experiencia. No quiero conocer al hombre que firmó una carta apoyando el fusilamiento de tres muchachos que intentaron huir de la isla, ni a los que canta por la paz mientras cubren con su voz a Castro y su dinastía, no me hablen de esa gente, no les conozco.
Hablemos de aquel corazón salvaje y estepario que lamió poemas caídos de tus labios… de Yolanda, eternamente Yolanda. Sabes que te he querido como a nada en el mundo, que he seguido tus pasos tu caminar, como un lobo en celo desde mi hogar...

martes, 15 de septiembre de 2009

AFGANISTAN, VAMOS A CONTAR MENTIRAS







Les recomiendo que vean un reportaje que ha hecho CNN+ sobre las tropas españolas en Afganistán, es sumamente esclarecedor del papel que están desempeñando nuestros soldados allí y la imagen que nos quiere hacer tragar nuestro gobierno aquí. Nosotros antaño temidos en medio mundo por la valentía de nuestros ejércitos somos desde hace unos años “palomica suelta” como dicen en la huerta, es decir, que da igual si vamos como si no vamos, a nivel militar por supuesto, porque para poner pasta somos de lo más generoso y también de los más tontos, en el reportaje nos enseñaban una Madraza construida por los italianos y ahora funcionando con dinero español, mientras entraba el periodista los alumnos se tapaban la boca, signo en este país de repugnancia ante el extranjero infiel, después el Mullah que la dirige y los adiestra para convertirse en suicidas nos explica sonriente desde su despacho, mientras jugaba con el cable de un teléfono pagado con nuestros impuestos, que no sabía por qué salían suicidas de su escuela, fanáticos adiestrados con nuestro dinero que luego se inmolan contra nuestras tropas, ¿se puede ser más tonto ?.
Desde hace años como decía los españoles llegamos tarde y mal a todas las guerras, empezamos con Felipe en la primera guerra de Irak, después con “anzar” en la segunda de Irak y ahora con Zapatero en Afganistán, daba vergüenza oír a un oficial americano diciendo claramente: “esto es una guerra no hemos venido a repartir caramelos” pero lo peor era escuchar a los soldados afganos, verdadera carne de cañón de este conflicto:” los españoles son buena gente pero en cuanto ven a un talibán salen corriendo, no quieren luchar”. Nosotros somos diferentes, somos una misión de paz en mitad de una guerra, y claro nuestros soldados van camino de la paranoia, cuando le preguntan a un oficial español si los talibanes son sus enemigos, va el menda y dice que no, entonces el periodista le pregunta que si son enemigos del gobierno afgano al que ellos protegen y dice que puede ser porque les atacan, pero vamos que no lo tiene muy claro. Espero que estos mismos periodistas les hayan dejado el reportaje a nuestras tropas a ver si se aclaran cuando vean al líder talibán de la zona, de cuyo grupo era uno de los suicidas que causó la muerte de dos soldados españoles, explicando que piensan matar a todo infiel español o de donde sea que se les ponga por delante.
Se pueden hacer las cosas mal, pero a tal nivel de burrería es necesario entrenamiento, en un ambiente tan tenso donde aún no nos escupen al pasar por las calles de las poblaciones porque estamos soltando pasta a diestro y siniestro, donde si un blindado levanta polvo o pasa más rápido de lo normal por una callejuela ya es suficiente para mosquear al personal, a nuestros mandos, seguramente mandados por nuestra ministra de defensa, no se les ocurre otra cosa que contratar mujeres viudas para ciertas tareas, lo cual a soliviantado a todo el personal porque va contra sus costumbres que no son las nuestras y no tenemos más remedio que respetarlas nos gusten o no.
De todas las obras e infraestructuras que estamos haciendo allí la décima parte del presupuesto va para los talibanes, es un impuesto que los contratistas afganos admiten pagar para poder trabajar y seguir vivos, preguntado un responsable del ejército español contesta: ¿yo? No, yo de eso no se nada, a nosotros no nos han pedido más dinero en las contratas por este motivo. Vaya por Dios, lo sé yo que estoy a diez mil kilómetros, lo saben los periodistas que acaban de llegar, lo sabe todo quisqui en el pueblo, pero nuestro ejército y nuestro gobierno no lo saben. De nuevo financiando a los que luego nos van a matar.
Parece mentira pero al final tengo que terminar admitiendo lo mismo, los americanos son muy burros, para matar una mosca gasean la casa y son capaces de matar a su propio perro, no saben relacionarse con la población de los países que invaden, sus guerras son un negocio alrededor del cual hay una corruptela económica impresionante, pero al fin y al cabo su gobierno, sus mandos militares y sus soldados lo tienen claro, han ido allí a matar talibanes que a su vez quieren acabar con el modo occidental de vida y con todo infiel que respire.
Y mientras nuestro gobierno contándonos mentiras, en el Valle del Gish donde están nuestras tropas ya hay cinco talibanes por cada soldado español y creciendo, ahora se están retirando hacia una base más segura fuera de la ciudad, llevan semanas reculando ante el avance insurgente y van a terminar cercados en una ratonera de la que si no los sacamos pronto no va a ver nada que sacar.
A las guerras se va a luchar o no se va, para las misiones de paz ya están los embajadores y las ONG.

PROSTITUCIÓN REGULADA YA





PROSTITUCIÓN SI, PROSTITUCIÓN NO

En estos días se está polemizando con el tema de la prostitución en varias ciudades de España donde el ejercicio del oficio más antiguo del mundo, se ha convertido en un espectáculo impresentable y los vecinos de esos barrios tienen toda la razón en quejarse, no es de recibo que se practique sexo en la calle ni que las prostitutas te asalten y te roben incluso acompañado de tu propia pareja. Como siempre los políticos mirando para otro lado y el ejército de salvación haciendo campaña para que se prohíba la fornicación de pago, lo más raro es que a esta tropa formada en un principio por beatas insatisfechas se les ha unido un batallón de progres feministas con argumentos como que el trabajo sexual es una explotación, las mujeres no son mercancías que se puedan comprar o alquilar, y la prueba irrefutable que esgrimía una señora en una tertulia televisiva: las putas no quieren que sus hijas sean putas, claro, a diferencia de las que limpian retretes o escaleras que si quieren que sus hijas sigan con la tradición materna. Imaginemos un mundo sin prostitución después de que el ejército puritano haya ganado esta guerra, atentos los pagafantas, los adefesios/as, los patosos, los que no os coméis una rosca, los deformes, los torpones, las mojigatas, las feas y los feos, los solitarios…en fin, todos los perdedores del amor porque llega la gloriosa era de san manuela, el que no sea capaz de ligar no pilla cacho ya ni pagando.
Aquí todos vendemos algo, unos su talento, otros sus destrezas, su fuerza, su facilidad para meter una bola en una portería etc.…La única diferencia es que los tiempos de venta están regulados, pagamos impuestos, sacamos licencias y cumplimos las normas establecidas. Sin embargo las que venden un “quiqui” están fuera de toda norma, las putas son “los otros” porque las vemos pero no están, cobran dinero pero no pagan impuestos, usan locales pero no necesitan licencia específica, ejercen pero no están sometidas a las mínimas normas sanitarias y así podríamos seguir con un sin fin de irregularidades, alrededor de este hábitat como no cabía esperar crecen los parásitos y los depredadores por doquier, desaprensivos que ante la dejación de las autoridades sacan provecho de la situación y explotan y tratan a esas mujeres como esclavas.
Basta de moralinas sobre nuestra sexualidad, no queremos salvadores, ni tutores sexuales, somos ciudadanos libres capaces de decidir que es lo que queremos hacer con nuestro cuerpo igual que decidimos a quien votamos en unas elecciones, lo que queremos son normas que regulen ese oficio para que se ejerza con dignidad, con seguridad e higiene, para que pague sus impuestos como todo hijo de vecino y desaparezcan todos esos chulos aprovechados que viven en la impunidad de una clase política que no es capaz de coger el toro por los cuernos de una vez. Las defensoras de la prohibición también argumentan que en los países donde se ha regulado las mafias de la prostitución han crecido, lo primero que diría sobre esto es que no me lo creo, y si es cierto es obvio que se ha regulado mal, en este país la venta de alcohol es legal y no hay mafias, el estado gana dinero, al que sirve garrafón y lo cogen se la gana, el servicio es bueno y todos estamos contentos, conclusión la venta de alcohol está bien regulada, con la prostitución se puede hacer lo mismo.