Juan J. Molina

Juan J. Molina
Juan J. Molina

viernes, 17 de julio de 2009

EL ÚLTIMO INVENTO POLÍTICO ESPAÑOL


LAS AUTONOMÍAS ESTADO


Por fin el genio español vuelve por sus fueros, llevábamos demasiado tiempo (unos treinta años) muy cerca de la modernidad y la vanguardia histórica, nosotros que siempre hemos llegado tarde a todas las revoluciones de cualquier tipo ya fueran industriales, democráticas, culturales etc.… Aunque no crean que esta vez nos hemos esforzado mucho, más que un invento se trata de una patente de utilidad, porque el artilugio ya estaba creado, nosotros sin embargo le hemos añadido una pequeña modificación estratégica. Ta ta chan! Hemos patentado la Autonomía Estado, copia sui géneris de las Polis griegas y las Ciudades Estado italianas con la variante de que en aquellas las fronteras se acababan en las puertas de la Ciudad y aquí las fronteras se extienden hasta las de una región más o menos delimitada por factores políticos y culturales, exceptuando este pequeño detalle el resto es una copia casi exacta con sus virtudes y defectos.
Como en todas las Ciudades Estado la democracia se acaba en los límites de la Ciudad, es decir que lo que le ocurra a los vecinos de puertas a fuera es problema suyo y además es absolutamente legítimo tomar decisiones que convengan a nuestros ciudadanos, por muy descabelladas o poco democráticas que puedan ser para los vecinos no pertenecientes a la Comunidad Estado. Así por ejemplo es normal negarles el agua a los otros, pedir dinero extra aún perjudicando a los demás, mantener privilegios recaudatorios y cosas por el estilo. Al igual que en aquellas ciudades en las Comunidades Estado gobiernan minorías, en este caso se las conoce como nacionalistas, representan el ideal patrio y no estar de acuerdo con sus doctrinas puede suponer la marginación social, el destierro de los límites de la Comunidad o incluso la muerte. Utilizan como santo y seña la lengua materna propia de esas tierras que es obligatorio conocer y usar para cualquier trato, su desconocimiento o no uso puede acarrear desde sanciones administrativas hasta el cierre de negocios con la consiguiente ruina y de nuevo la marginación social, cualquier otra lengua será perseguida sin piedad, con saña en lo que concierne al español. Como antaño estas Comunidades Estado recaudan casi todos sus impuestos que reparten según consideran entre sus ciudadanos, siempre más y mejor para los acólitos del nacionalismo, otra parte es recaudada por el rey de turno, en este caso Juan Carlos I Rey de España, con cuyo estado mantienen un acuerdo de financiación y tributaciones no exento de tiranteces, cuando hay desacuerdos graves se forman Ligas de Comunidades que se unen para oponerse al Rey y su gobierno y de paso a otras Comunidades que se oponen a las pretensiones de éstas, llegando al viejo conflicto de las guerras entre las Ciudades Estado que fue una de las causas de su perdición. Como a todas les es imposible sobrevivir sin comerciar con las otras aunque se insultan y amenazan constantemente la sangre nunca llega al río, en general de desahogan insultando al Rey y su estado opresor que coarta sus libertades y esquilma sus arcas.
Como pueden comprobar no hay nada nuevo bajo el sol, ésta es la última contribución de la inventiva española en cuestiones de organización social, hemos vuelto al siglo V antes de Cristo y a la edad media de una sola tacada, ¡con dos cojones!

jueves, 16 de julio de 2009

REFERENDUMS INDEPENDENTISTAS, DEL NACIONALISMO AL ANARQUISMO


DEL NACIONALISMO AL ANARQUISMO


Decía un sabio árabe que la humanidad era como un cuerpo humano, bastaba que una pequeña parte de él se encontrara mal para que se resintiera la salud de todo el cuerpo, del mismo modo argumentaba que carecía de sentido práctico prodigarse en más cuidados y dádivas con unos miembros que con otros, puesto que al final solo el buen funcionamiento de todas las partes a la vez sería lo que traería la armonía al todo. Una nación es lo mismo que un cuerpo, en el momento que una parte funciona mal el resto lo sufre de diferentes maneras, en nuestro país algunos territorios se han otorgado la titularidad de los órganos más importantes como corazón, cerebro, pulmones, manos etc… y han otorgado a otros la titularidad de otras partes menos importantes como lengua, codo, pies, uñas etc…Estas últimas necesarias pero no vitales e incluso en un momento dado prescindibles. Acorde con su importancia no dudan en reivindicar sin rubor un trato privilegiado respecto a las demás, pero claro llegados a este punto comienza la subjetiva discusión de quién es más importante o necesario, porque donde va el corazón sin pies o el cerebro sin lengua o los pulmones sin la protección de las costillas etc.…
Que las partes se equivoquen puesto que tienen una visión parcial y restringida de la realidad puede pasar, pero que el tutor de este cuerpo, osea el estado, permita que se profundice en tales errores no se puede entender ni consentir. En el culmen de la osadía en la ignorancia algunos territorios amenazan con separarse y formar otro cuerpo a partir de su importante parte, me pregunto qué harán esas nuevas naciones cuando en su desarrollo se formen nuevos cerebros y pulmones y decidan reivindicar lo mismo que ellos ahora, ¿se dividirán de nuevo y así sucesivamente en una infinita espiral de pequeñas naciones, o finalmente, simples grupos de individuos autogestionados? La teoría nacionalista como idea política es tan simple que no se sostiene ni en un debate infantil, de hecho esta fue la definición dio Einstein  sobre el nacionalismo: "Es una ideología infantil". Que creer que las partes pueden superar al todo es lo mismo que creer que el dedo gordo de nuestro pie puede vivir independiente y además feliz. ¿Cuál es la frontera ideal para la autogestión?, ¿El continente?, ¿El país?, ¿La autonomía?, ¿La provincia?, ¿La ciudad?, ¿El pueblo?, ¿La familia?, ¿El individuo?, ¿Donde paran los nacionalistas su límite de independencia y con qué criterios? Con su teoría siempre habrá un por qué no más allá, nunca se podría parar a la hora de otorgar la libre determinación y llegaríamos a la teoría política del anarquismo, infinidad de subgrupos autogestionados pero desvalidos los unos frente a los otros que terminarían aliándose para autoprotegerse y ayudarse, con lo cual volveríamos a empezar de nuevo la historia.
Les guste o no a los defensores de las tribus estamos condenados a vivir juntos y en armonía si queremos ser medianamente felices, eso significa que tenemos que trabajar por un proyecto común y no por el propio de manera egoísta y estúpida y si alguno no se lo cree, que se olvide durante tres meses de de su pie izquierdo, ni cuidados, ni higiene, ni zapatos…y luego que nos lo cuente.
Dicho esto, personalmente soy partidario de la autodeterminación de los pueblos. No se puede obligar a nadie a ser nada que no quiera ser libremente. 

domingo, 5 de julio de 2009

NADIE DIJO QUE LA DEMOCRACIA FUESE FÁCIL


NADIE DIJO QUE LA DEMOCRACIA FUESE FÁCIL

Nadie dijo que la democracia fuese fácil, el mejor gobierno es el que produce la mejor sociedad y hasta el momento las mejores sociedades provienen de regímenes democráticos y esto no admite discusión, cuanto más avanzada y evolucionado es un sistema de gobierno democrático sus ciudadanos gozan de más libertades individuales y mejores protecciones sociales. Pero la democracia como teoría política es una ecuación inacabada, desde las primeras polis griegas, pasando por las ciudades estado hasta las grandes democracias nacionales y las futuras democracias transnacionales el sistema continua abierto y evolucionando, y quizás ese sea una de sus cualidades más importantes, que seguimos discutiendo y buscando mejores formas de representación, procedimientos más equitativos, sistemas menos corrompibles, en definitiva democracias más fuertes, más solidarias y mejores.
Sin embargo uno de los graves obstáculos con los que tropieza el gobierno del pueblo proviene del eslabón más débil de la cadena, la ambición humana, nuestras organizaciones políticas terminan enzarzadas en unas estúpidas guerras personales que no conducen a ningún sitio bueno excepto al aniquilamiento político del adversario, a su marginación dentro del partido o sencillamente a su expulsión. Parece increíble que gente que comparte ideales y esperanzas, que han trabajado juntos codo con codo terminen con suma facilidad convertidos en enemigos irreconciliables por cuestiones de química y control del poder. Esta estúpida manera de proceder divide a los componentes de los grupos políticos en facciones que se boicotean, se apuñalan por la espalda y terminan por no saludarse. No tiene ningún sentido lógico esta pérdida de energía en disputas banales, todos cometemos errores y aciertos y si hay alguien libre de pecado que tire la primera piedra. Excluir a los que son críticos no es sano, marginar a los que no obtienen la mayoría pero son apoyados por una parte de los afiliados no es saludable, querer controlar los aparatos de los partidos mediante favoritismos y amiguismos es perjudicial para la salud. Trabajar hombro con hombro con los que no piensan como tu buscando puntos en común es muy sano, incluir y cooperar con las minorías representativas es muy saludable, ganarse el apoyo de la gente con ideas y propuestas favorece seriamente nuestra salud democrática.
Nadie ha dicho que la democracia fuese fácil, todos formamos parte de la sociedad y de las organizaciones democráticas, por lo tanto todos tenemos que ser tomados en cuenta y escuchados, no hemos venido a trabajar con nuestros amiguetes que nos dicen que si con la cabeza a todo, sobre todo debemos trabajar con aquellos que no comparten al cien por cien nuestras ideas, la imposición es un recurso final cuando el consenso es imposible pero no puedo creer que personas que militan en un mismo partido y con un mismo ideario tengan discrepancias ideológicas tan insalvables, estas cosas huelen más bien a ambiciones personales.