La negativa de Rosa Diez a una unión con Ciudadanos es la
crónica de un fracaso anunciado. Nunca hubo intención por parte de la cúpula de
UPyD de llegar a ningún acuerdo y prueba de ello es la defenestración, con
linchamiento incluido, de su eurodiputado Sosa Wagner por la simple osadía de
proponer dicha unión. Todas las excusas que los dirigentes de dicho partido y
algún que otro afiliado despistado ponen ahora para justificar lo ocurrido son,
siendo benévolos, infantiles. Es un error tremendo que puede llevar a la
desaparición de dicha formación por incapacidad manifiesta a la hora de poner
los intereses de los ciudadanos por delante de los intereses personales. Desde
el comienzo de UPyD su dirección se ha esmerado en expulsar a todo aquel que
pudiera representar un peligro para la “oficialidad” del partido, entiéndase
por tal a Rosa Díez y toda su corte cercana, los afiliados más demócratas y
preparados que en un momento confiaron en el proyecto han sido sistemáticamente
expulsados o arrinconados hasta aburrirlos y hacerlos abandonar la nave. Los resultados
son devastadores, los menos preparados y aquellos cuya falta de escrúpulos y
ética democrática les permite llevar a cabo cualquier tropelía con sus propios
afiliados, copan todos los puestos de poder. La formación se derrumba desde
dentro, no va a hacer falta un empujón exterior, es tal la podredumbre de los
cimientos que la estructura ya no aguanta el peso y amenaza con caer.
Lo que UPyD no ha sabido aprovechar va a servir para poner
en marcha una alternativa sensata, moderada y regeneracionista que hoy por hoy,
solo es posible a través de Ciudadanos, la formación que generosamente y a veces,
casi con menoscabo de su propia identidad, se ha ofrecido para llevar a cabo la
unión de las dos únicas fuerzas situadas en el centro de la política nacional y
cuyos votantes, los de ambas formaciones, en su inmensa mayoría veían con
agrado dicha unión. Lo que no ha querido hacer Rosa Díez lo van a hacer sus
votantes y muchos de sus afiliados a los que se cada vez les queda más claro
cuáles son los verdaderos intereses de su líder.
Ciudadanos está abierto a ese impulso de unión frente a los
viejos partidos de siempre y a los nuevos salva patrias que aparecen a río
revuelto. Juntos, los ciudadanos que creemos que desde la moderación y la
sensatez se puede llevar a cabo la transformación que necesita nuestro país, vamos
a llevar a esta tercera vía liberal y solidaria que representa Albert Rivera y
Ciudadanos hasta la victoria en las urnas que es donde se ganan las batallas
democráticas. Equivocarse es humano, pero permanecer en la equivocación es una
necedad. Animo a todos aquellos que se han visto defraudados por las formas y
fines personalistas que persigue UPyD a que confíen en la nueva alternativa que
representa C’s y se unan, como afiliados o como votantes, para que este
esfuerzo de regeneración dé sus frutos, nadie es indispensable pero cualquier
ayuda es bienvenida.
Saludos.
ResponderEliminarMe parece muy sensato y claro este escrito. Ciudadanos, es un Partido, sencillo, claro y que admite a todos, sin diferencias, de lugar de residencia, pues todos somos Españoles, con nuestra manera de ser, por cultura, historia, etc. Ser humildes siempre tiene su recompensa, porque el ciudadano no es tonto y sabe discernir.