Juan J. Molina

Juan J. Molina
Juan J. Molina

jueves, 15 de abril de 2010

LA IZQUIERDA RADICAL CONTRA LA DEMOCRACIA


Me pregunto con bastante preocupación qué es lo que entienden por Estado de Derecho, orden constitucional, y finalmente qué es lo que creen algunos que es una democracia. Esos algunos son nada menos que ex-fiscales anticorrupción, rectores de universidades públicas, magistrados, políticos autonómicos y locales, miembros del gobierno de la nación, líderes sindicalistas, intelectuales de renombre, directores de periódicos e informativos de televisión y radio, artistas populares y personales diversos.
Les voy a poner a continuación una serie de citas hechas por distintos individuos en diferentes medios de comunicación y actos realizados en defensa del Juez Baltasar Garzón:

Martes 13 Marzo 2010
Lleno absoluto en el anfiteatro Ramón y Cajal de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid para respaldar al juez Baltasar Garzón.
El público asistente aprobaba los discursos al grito de "no pasarán". Las banderas republicanas cubrieron de color los asientos del recinto.
Horas antes de que comenzara el acto, el rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Berzosa, aseguró en una entrevista en la cadena Ser que es necesario "movilizarse" frente al "deterioro de las instituciones" y ante "el declive de la democracia". A su juicio, "los ciudadanos están muy preocupados con lo que está pasando en el país".

El rector de dicha universidad presta su apoyo y el recinto público (de todos los ciudadanos) para un acto político sectario donde se exhiben símbolos no constitucionales (vivimos en una monarquía parlamentaria incompatible con una república).
Don Carlos Berzosa se moviliza para frenar el deterioro de las instituciones y el declive de la democracia, permitiendo que en un recinto público ataquen al Tribunal Supremo tildando a sus jueces de torturadores, es decir, que él cree que socavando las instituciones democráticas está salvándola, éste es de los que si te estás ahogando es mejor que no venga a salvarte.
Según afirmó Berzosa, hay "que reaccionar" y el evento de este martes es un acto "de reafirmación democrática y defensa de un juez que ha intentado luchar contra todas las lacras de la sociedad que padecemos". "Es importante movilizarse, expresar la opinión y decir que estas cosas son políticas y no simplemente jurídicas", añadió.
Dicho de otro modo, el Tribunal Supremo es un tribunal político donde se juzga a disidentes políticos por parte de la ultra derecha judicial. Habría que preguntarle al rector si cree realmente que vive en una democracia o considera a nuestro sistema político una farsa.
Los sindicatos CCOO y UGT han convocado este acto para mostrar su apoyo al magistrado de la Audiencia Nacional que va a ser juzgado por un presunto delito de prevaricación por su instrucción de la causa sobre las desapariciones del franquismo.
Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha asegurado en su discurso que el magistrado de la Audiencia Nacional es "víctima de los franquistas pasados y actuales". "Estamos ante una vergüenza histórica. Ante una farsa de juicio que todos los demócratas debemos denunciar", añadió el líder sindical.
El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha asegurado en su intervención que "Garzón nos quitó la venda de los ojos" y ha considerado una "vergüenza que organizaciones que en otros países estarían ilegalizadas, en España ven atendidas sus exigencias".
"Ha llegado el momento de una gran iniciativa ciudadana, de una transición ética y moral. Viva la memoria y mucho ánimo para el juez Garzón", ha sentenciado Fernández Toxo, que durante sus palabras ha subrayado que la Ley de Amnistía "no puede amparar el genocidio".
El juez no es víctima más que de sus propios actos que le han llevado al banquillo.
Según se desprende de las palabras de estos líderes una organización de ultraderecha, franquista o fascista no debería de estar legalizada, de acuerdo si no fuera porque en una democracia la libertad de expresión o de asociación es legal aunque el mensaje nos pueda parecer repugnante y los miembros de esa asociación tan repugnates como su mensaje. Por ese motivo el señor Toxo no hace mucho salió a la calle a conmemorar los cincuenta años de gloriosa revolución cubana, para los demócratas dictadura cubana que asesina, tortura y encarcela a los disidentes, lo mismito que hacía Franco pero todavía en activo. Después este mismo señor habla de una transición ética y moral, claro que se refiere a una transición acorde con su ética pro dictadura del proletariado y su moral que distingue entre muertos, torturados y prisioneros producidos por una ideología en este caso de izquierdas que se lo merecen y los otros asesinados por la derecha que son las únicas víctimas verdaderas. La ley de amnistía no puede amparar el genocidio pero si los crímenes de la república, recuerden sino la actuación del mismo juez en una querella por los crímenes de Paracuellos.
El ex fiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo ha sido el encargado de abrir el acto y lo ha hecho cargando contra el Tribunal Supremo: "La admisión de las querellas es una falta de respeto a las víctimas del franquismo y un instrumento para favorecer la actual expresión del fascismo español".
Según este señor admitir una querella es una falta de respeto, ósea que un juez admita una denuncia porque ve indicios de delito es una falta de respeto y lo dice alguien que ha sido fiscal anticorrupción. Esto me lleva a pensar que seguramente mientras desempeñó su cargo solo fiscalizó aquellos casos que según él no fueran una falta de respeto hacia vete tu a saber qué o quién, sin importar que hubiera indicios de delito o no.
Además, Jiménez Villarejo ha acusado a los jueces que procesarán a Garzón de haber estado "en el TOP -Tribunal de Orden Público- del franquismo" y de haber sido "cómplices de torturas" hasta el último día.
No contento con eso, no se le ocurre otra cosa que tildar a los jueces de torturadores, desde luego si yo fuera uno de esos jueces tendría muy claro que este señor iba a responder delante de un tribunal de tan graves acusaciones.
Ha coincidido con los líderes sindicales en que es "absolutamente incompatible" con los tribunales democráticos "ponerse en manos" de la Falange y de "los corruptos", que han denunciado a Garzón por investigar el "caso Gürtel". Asimismo, el ex fiscal ha denunciado que estamos viendo "las sombras de la dictadura" sobre los tribunales y ha pedido al Supremo que archive las querellas contra Garzón atendiendo así la demanda de "todo el pueblo español", que está "indignado, soliviantado y perplejo" ante la persecución de un "juez justo".
No contento con todo lo dicho anteriormente añade la barbaridad de que admitir una denuncia es ponerse en manos del denunciante, vamos que si te denuncia tu vecino es también tu vecino el que te juzga y sentencia, los jueces están de adorno en todo el proceso. Por último pide que no se juzgue al denunciado, no que se le juzgue para que pueda demostrar su inocencia sino que directamente se le exculpe por que es un clamor de todo pueblo español. Yo me pido lo mismo para mi, cuando alguien me denuncie se considere una falta de respeto hacia mi y no se admita la denuncia porque lo pide toda mi familia y amigos. Y por cierto señor Villarejo hay un montón de pueblo español que queremos que se juzgue a Garzón y a todo aquel que esté imputado por un juez como debe ser en un estado de derecho.
Entre los asistentes, un grupo de madres y abuelas de la Plaza de Mayo, representantes de las asociaciones de Memoria Histórica, políticos como el socialista Pedro Zerolo o el coordinador general de IU, Cayo Lara, y profesores universitarios.
Si de algo están sirviendo estos aquelarres antidemocráticos es como punto de anillamiento de falsos demócratas, al menos ahora los vamos identificando con cierta facilidad.
Almodóvar dijo que las causas abiertas contra Garzón en el Tribunal Supremo le producen "perplejidad y miedo", mientras que Bardem aseguró que "es lo más grave que le ha pasado a la democracia española desde el 23-F".
Lo más grave es el desconocimiento que tu y otros de tu gremio tenéis del funcionamiento de la justicia en un sistema democrático, creéis que la justicia está al servicio de una ideología en concreto la vuestra, Garzón no está imputado por querer investigar a Franco y sus tropelías sino por saltarse la ley vigente que se lo impide y lo hizo después de advertirle varias veces que lo que hacía era ilegal. Las leyes se pueden cambiar pero entre tanto hay que cumplirlas.
Por su parte, el actor José Sacristán, calificó de "intolerable moralmente" la persecución que a su entender está sufriendo Garzón y aseguró que se enmarca dentro del proceso de "deslegitimación de todo aquello que sea un ataque a la derecha".
La escritora Almudena Grandes afirmó además que la transición española "no fue un éxito desde el punto de vista moral" y lamentó que tras las primeras elecciones el Gobierno "no cortara los vínculos que le unían a la dictadura". Todas estas carencias son las que permiten, a su entender, que un partido como Falange pueda sentar en el banquillo a Garzón.
Aquí los únicos que sientan a alguien en un banquillo son los jueces y no los demandantes, si lo que subyace detrás de toda esta polémica además de la ignorancia de algunos sobre las instituciones democráticas, es la necesidad de revocar la ley de amnistía de la transición, hagámoslo y juzguemos todos los crímenes y a todos los criminales. Lo que no puede ser es que el mismo juez archive una querella contra Carrillo por los crímenes de Paracuellos amparándose en la misma ley de amnistía y en supuestas razones de revanchismo y admita a trámite otra saltándose la ley a la torera.
"Hay 113.000 huesos pudriéndose en las cunetas de España". Así comenzó su alocución el actor Juan Diego Botto, quien añadió que "ninguna ley en el mundo puede amnistiar a los genocidas". "¿Con qué legitimidad confiamos en una justicia que persigue a un asesino pero no a un genocida, que investiga la desaparición de una niña pero no la de 113.000 personas?", se preguntó el actor. Entre los asistentes también estuvieron el actor Pepe Viyuela, el cantante Ismael Serrano o la dirigente de IU Inés Sabanés.
En esta última cita encontramos parte de la respuesta a este aquelarre antidemocrático, esta gente no confía en la justicia que tenemos, confunden sentimientos y deseos con legalidad vigente. Quieren justicia si, pero su justicia, la que a ellos les satisfaga y colme sus expectativas y eso señores simplemente no es justicia, es sectarismo judicial. Sacar los muertos de las cunetas es un derecho y un acto ético y moral que debemos hacer pero sin saltarnos las leyes y menos aún atacando a las instituciones o correremos el riesgo de volver a llenar las cunetas de muertos.

José Blanco, Vicepresidente del gobierno, dice que como ciudadano no entiende que la Falange pueda sentar a un juez en el banquillo.

Sin embargo no le hemos oído decir que no entienda que los terroristas sienten a las fuerzas de seguridad en el mismo banquillo, o metan a un general de la guardia civil en la cárcel. Se lo vamos a explicar para que lo entienda, eso es lo que se conoce como Estado de derecho y amparo legal que no distingue de ideologías, ni razas o religión.

10 comentarios:

  1. Siento mucho que el primer comentario sea para enmendarte el titulo, no creo que las protestas sen de "la izquierda radical" mas bien serian de "la izquierda en general".
    Un saludo.

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  2. Vale, admito izquierda en general como animal de compañía

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  3. De acuerdo con la observación de Del Baño.

    Juanjo, Jiménez Villarejo, mucho antes de ser Fiscal Anticorrupción, entre 1962/64, ya había jurado las Fundamentales del Dictador y ejercía como Fiscal. ¿Y cuál es el papel que, como fiscal, se le tiene encomendado a su titular en una dictadura?. ¡Qué pedigrí oculta y le ayudan a ocultar sus colegas!. Y tan ufano, negando e intentando mearse en la memoria de tanto españolito, resulta que se cumple el dicho: "se pilla antes a un embustero que a un cojo".
    Sus coleguis de aquelarre -rector, actores, sindicaleros, chusma politicastra varia- arropan por orden y bendición expresa del Presidente por Accidente, este carnaval que, según los promotores, continuará malgré la culpabilidad de Garzón o de su repajolera santa madre.
    Y ni el Supremo rechista.
    Y, en este previsible "to be continued", el Borbón Juan Carlos empieza a tenerla más clara que el zapatero de Tarzán...
    ¡Que no cuente conmigo, que he anulao el cheque!

    (Spitfire)

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  4. Café con leche humeante, pastillazo de Karvea -hipertensión- y me desayuno, aunque suene feo, con el recule de Jiménez Villarejo -ex fiscal en nómina de la Dictadura- rectificando a El País.

    Les ha escrito una carta en la que, entre otras cosas, dice:

    En la página 10 de la edición del 14 de abril, que contenía información sobre el acto de la Universidad Complutense en solidaridad con el juez Garzón, aparece un subtítulo que dice "Villarejo acusa a los jueces del Supremo de cómplices con las torturas franquistas".

    "En mi intervención no afirmé en modo alguno, tal cosa. Me limité a constatar la pasividad de la magistratura española, durante el franquismo, con la práctica habitual de la tortura por la policía franquista. Pero no me referí para nada, en relación a tal actitud, a los magistrados del Tribunal Supremo, ni de entonces ni, obviamente, de la actualidad."

    La autoridad de Villarejo para "constatar la pasividad de la magistratura española durante el franquismo" es más que cuestionable. Carlos Jiménez Villarejo es fiscal desde comienzos de los años 60, es decir con el franquismo, y firmó los principios del Movimiento. Curiosamente, el juez Varela, al que acusa sin rubor de franquista, no pudo participar en tortura alguna por una mera cuestión de edad.

    (Spitfire).

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  5. Si breve dos veces bueno. Ah!, pero no tanto, amigo mío. Puede que la prisa, ese mal de los tiempos que nos consumen, haya sido el motivo de tu escueta y precisa respuesta, o alguna contingencia cuya urgencia frenó los dedos y los dispuso en otra dirección, o la evidencia del comentario y la certeza de que más palabras sobre el asunto están de más. Sea cual fuere la razón sobre la que se edificó ese contundente "CIERTO", cierro el comentario y te animo a ser algo más explícito para disfrute de los que por tu blog nos interesamos.

    Saludos...

    Paco f.

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  6. Mensaje recibido el 15 de abril pasado en los ordenadores del personal de la Universidad Complutense de Madrid, de la que sigue siendo Berzosa mucho menos Magnífico Rector -ya le llaman "El Berzotas"-.
    La aporta el arabista, doctor en Filosofía y Letras, el profesor Serafín Fanjul, Catedrático de Literatura Árabe de la Autónoma de Madridy la publica "libertaddigital.com".

    "Queridos amigos:

    Como ya sabréis por los medios de comunicación, el rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa, está sufriendo desde hace días furibundos ataques procedentes de los sectores más cavernarios de la derecha española, capitaneados por la presidenta de la Comunidad de Madrid y zarandeados [sic] por los medios más reaccionarios del espectro mediático: La Razón, ABC, Libertad Digital, La gaceta, Intereconomía, la COPE, El Mundo, etc. La posición decidida del rector en apoyo al juez Garzón y el acto solidario del pasado martes en la facultad de Medicina, ha incrementado [sic] los ataques de esa derecha.

    Por eso, es muy importante apoyar a Carlos Berzosa y al juez Garzón en estos momentos porque ellos nos representan a todos frente a la derecha fascista de nuestro país. Es necesario acudir a todos los actos públicos que se convoquen en su apoyo para mostrar que no están solo y que somos muchos quienes no consentiremos que vuelvan a pasar los que nos sumieron en aquellos tiempos obscuros. También es importante acudir a las conferencias y demás actos académicos o culturales donde vaya el rector Berzosa para mostrar con nuestra presencia nuestro apoyo.

    Esta tarde 15 de abril, el rector imparte la Conferencia Inaugural del Ágora Complutense de Pozuelo de Alarcón, con el título: "Horizonte de la crisis económica actual", a las 19 horas en el Auditorio del Espacio Cultural Volturno de Pozuelo de Alarcón (C/ Volturno, 2).

    Si podéis, tratad de dejar vuestros compromisos que tengáis esta tarde, para ir a este acto y testimoniar nuestro [sic] firme solidaridad con Berzosa frente al fascismo."

    (Spitfire).

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  7. Desengañémonos, si en la transición los mayores peligros para nuestra democracia eran los militares franquistas, la iglesia más rancia y una alta burguesía acomodada que no quería perder sus privilegios, hoy las mayores amenazas a nuestra libertad provienen de una izquierda radical y marxista, que sigue asesinando (ETA) y que está intentando amedrentar a las instituciones con la excusa de una memoria histórica parcial y ansiosa de venganza.

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  8. Me parece interesante, por lo positivo, aleccionador y constructivo, partiendo de un ex-etarra como Jon Juaristi -convertido al judaísmo-, cuanto dice en su artículo de hoy domingo, 2 de mayo, en ABC. ("TRANSICIONES").

    "LA democracia es un método civilizado de tratar los conflictos políticos -no necesariamente de resolverlos- que excluye el recurso a la fuerza física salvo contra los impugnadores violentos del sistema. Nació en Atenas, como es bien sabido, hace dos milenios largos, tras varios siglos de pavorosas guerras civiles y con la sana intención de evitarlas en lo sucesivo. El método consistía (y consiste) en algo tan sencillo como sustituir el ancestral dispositivo de la venganza de sangre -o sus equivalentes mitigados de prisión o destierro del enemigo- por otro de representación de los grupos rivales en las asambleas legislativas. Así procedieron los atenienses de tiempos de Platón, y también los españoles de la Transición, ignorantes en su mayoría de la historia griega, pero provistos del olfato y la prudencia suficientes para intuir que pedirse cuentas mutuas por las guerras del pasado era la fórmula más eficaz para volver a liarla.
    Obviamente, ni a los antiguos griegos ni a los ya añosos españoles del posfranquismo los movió una súbita simpatía por sus adversarios domésticos (eso, si acaso, vendría después), porque no se trataba de ir de copas con quienes que te habían estado amargando la vida hasta la víspera, sino de decidir todos juntos que hasta aquí hemos llegado y que no se repita la jugada. La Transición no fue un camino de rosas (de hecho, en aquella parte del país donde yo residía, el clima de fanatismo y violencia que padecimos no desmereció del que dominó en las retaguardias de ambos bandos durante la guerra civil). Motivo sobrado para no apuntarse alegremente a otra Transición como la que ha pedido Pilar Bardem, arropada por los sindicatos y algún rector. En lo que a mí respecta, puedo afirmar que las experiencias de aquella época fueron las más dolorosas y absurdas que he sufrido. Más, mucho más incluso que las vividas bajo el franquismo que me encarceló, no por actos terroristas, sino por ejercer discrepancias que son hoy derechos reconocidos. En definitiva, por mucho menos de lo que se permite hoy Pilar Bardem. No creo que mi impresión sea muy distinta de la que conserva de entonces la mayoría de los antifranquistas vascos, y a las pruebas me remito. No sólo a los testimonios de los que aún viven, sino a las memorias que dejaron escritas los que, como Mario Onaindía, ya no están entre nosotros.
    Los justicieros del presente parecen pensar que sus acrobacias dialécticas implican sólo un riesgo limitado, y, en efecto, resulta difícilmente imaginable que la destrucción de lo poco que queda del consenso desemboque en una guerra civil convencional, con las dos Españas ametrallándose en el frente del Ebro, pero muy bien podría ser que acabaran por conseguir lo que tanto ansía Pilar Bardem, una nueva Transición, esta vez hacia ninguna parte o, en el mejor de los casos, hacia lo que teníamos antes de que empezaran a reclamar para España una versión estúpida de los juicios de Nuremberg. Es decir, los más viejos, unos cuantos millones de memorias privadas del franquismo, rencorosas o nostálgicas, según como nos fue en la feria, y los menores de cincuenta, una ignorancia virginal y supongo que feliz de lo que aquél régimen representó. Los bien nacidos, eso sí, una gratitud elemental hacia los políticos cínicos o sinceros, oportunistas o altruistas pero, en general, pragmáticos y olvidadizos de lo que convenía olvidar, que hicieron lo posible por sacarnos del atasco y abreviar transiciones, épocas cuyo discutible encanto están descubriendo ahora algunos artistas (del trapecio).".

    Salud (Spitfire).

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  9. Cuando Franco murió yo era un niño y vi a mi padre llorar, mi padre nunca entró en política ni tuvo nada que ver con ella, durante la guerra él era un niño también, mi padre era escritor y una buena persona. No sé por qué lloraba quizás era una especie de síndrome de estocolmo. Tampoco sé lo que pasó en aquella maldita guerra, pero se algo, a esta gente que quieren hacer una segunda transición les pasa como cuando estás enfermo que sabes que ya estás curado porque no te acuerdas de que estuviste enfermo. Esta gente aún sigue enferma de aquella guerra y no sanarán hasta que la olviden algún día, sin darse cuenta.

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