Juan J. Molina

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viernes, 30 de mayo de 2014

El adoctrinamiento ideológico de Podemos, por ROBERTO ESTEBAN DUQUE

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¿A qué “fin de la corrupción” hacen su llamada cuando sus paradigmas políticos son gobiernos totalitarios y corruptos? ¿O acaso la Comuna contribuye a la estabilidad democrática?
Una regeneración ab imis, profunda, realizada en primer lugar desde la Universidad, desde la educación, y posteriormente a través de los medios de comunicación, hasta lograr el poder con el fin de devolver al pueblo sus derechos sustraídos. Esto es lo que viene a decir el pontífice de la Comuna Podemos, Juan Carlos Monedero, profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid, asesor de Gaspar Llamazares y deHugo Chávez, el verdadero ideólogo del 15-M (“lo mejor que le había pasado a la democracia”, según palabras de Monedero), cuyo proyecto intenta “reconstruir unos derechos a partir del propio empoderamiento de la ciudadanía”.
  ¿Qué demagogia es esa del “empoderamiento de la ciudadanía”, desvinculado del criterio de actuación de los poderes públicos; de la “recuperación de la soberanía popular”, como si hubiese que trocar un absolutismo por su contrario y entregar la dirección del Estado a cualquiera; del “pago de la deuda social pendiente con el pueblo”, cuando el precio por saldar la deuda ajena consiste en los suculentos beneficios personales de los nuevos arribistas y en los destinados a las arcas de la Comuna? ¿A qué “fin de la corrupción” hacen su llamada cuando sus paradigmas políticos son gobiernos totalitarios y corruptos? ¿O acaso la Comuna contribuye a la estabilidad democrática?
  La felicidad terrena que promete la Comuna Podemos, como mejor reclamo del progresismo ideológico y del vergonzoso desvalimiento de la juventud, destruyendo la conciencia y la libertad por medio del adoctrinamiento ideológico, sólo manifiesta la dolorosa irrupción demoniaca de la dirección social de un tipo de hombre al que no le interesan los principios de la civilización sino el poder como categoría que todo lo domina, desplegando el veneno del miedo de la agitación social desde la retórica sobre la regeneración de la vida política.
  A diferencia del socialismo sueco, que pretende modificar la conducta con la paciencia administrativa y con la manipulación burocrática, en el socialismo marxista-leninista la educación será el medio ideal para la formación del hombre nuevo, y el socialismo la forma de sociedad que realizará ese ideal. En Hispanoamérica, Ché Guevara aseguraba que el hombre en el socialismo es más completo, algo que será parte sustancial de la ideología bolivariana, donde los caudillos asumen un discurso cuasirreligioso y un proyecto político como una especie de apostolado. Hugo Chávez (“figura invencible” y “mito inmortal”, en palabras de Pablo Iglesias, líder de Podemos) repetía lo mismo adornándolo con la “teología de la liberación”, cuyo leit motiv es el “cielo nuevo y la tierra nueva” del Apocalipsis.
  La solución, decíaMarcuse, ha de venir de “un nuevo tipo de hombre”, donde el ser humano posee otra sensibilidad y otra conciencia. Para ello, es necesaria una revolución que tienda a una dictadura sobre la educación, una dictadura de profesores pedagogos que cambien la sociedad mediante la educación y la poderosa fuerza de los medios de comunicación, sepultando al hombre europeo y haciendo germinar un hombre integrado en la nueva sociedad perfecta, igualitaria, increyente. La izquierda política universitaria de la Complutense parece encarnar la utopía del autor de El hombre unidimensional.
  Los partidos políticos de inspiración cristiana deberán estar vigilantes al creciente repudio de nuestras raíces en la vida política europea; al intento de destruir la profunda conexión entre el cristianismo y la democracia o suprimir la primacía de la moral en la vida política y en las relaciones económicas y sociales; al resquebrajamiento ominoso  entre la ley natural y los derechos humanos; a las consecuencias del “vendaval del 68”, que dio paso a una crisis radical del principio de autoridad y el de la tradición, provocando una “ruptura educativa” de proporciones alarmantes.
  El alma que será necesario darle a Europa, penetrada de la civilización cristiana, sólo significa una obscena y caricaturesca sombra del pasado para la Comuna Podemos, un proyecto incompatible con la liberación del hombre nuevo. El prestigio que dé ascendiente al político debe ser el ganado esgrimiendo la verdad -no la demagogia ni la ingeniería social- y practicando la virtud, mirando al progreso sin renunciar al pasado, respetando la religión y las costumbres tradicionales.
  Educar a los jóvenes no puede ser un encargo de paraísos terrenos y materialistas, de la prostitución a ídolos tan inertes como perversos, volcados en la praxis y la desnuda exterioridad. La demagogia y la manipulación sobre los jóvenes vuelven a reeditar la generación del 68, cuando los políticos incitaban a asistir a sus clases de las que saldría el cambio social. Si aquella generación instauró una cultura hedonista -“seamos realistas, pidamos lo imposible”, “prohibido prohibir”- que todavía impregna la vida social y goza de vigencia, ahora la existencia entera se ha convertido en sujeto y objeto de la política -como recordaba Foucault-, priorizando la consecución del poder con el fin de materializar lo que Dalmacio Negro denomina como el mito del hombre nuevo.
  Una agónica lucha se abre paso entre la juventud, atrapada sin esperanza en una sociedad con una moralidad relegada, dirigida por una casta política deforme y una cultura sin vínculos, individualista, transmisora de una devastadora “ideología de género” cuyo objetivo fundamental consiste en destruir la familia y eliminar la naturaleza, en deconstruir los fundamentos de la sociedad hasta alcanzar el nuevo Adán igualitario y colectivo, neutral y socializado.
  Atentos, pues, al peligro del advenimiento del pensamiento ideológico que busca el poder para realizar sus proyectos, asentarse en los puestos decisivos de la sociedad, la cultura y el Estado para guiar y educar a las nuevas generaciones. Sólo gracias a quienes viven sin esperanza le ha sido dada la esperanza a la Comuna Podemos. Sus éxitos serán nuestros fracasos, su fuerza nuestra debilidad, su salvación el más desdichado de nuestros infortunios.

Fuente:http://laverdadofende.wordpress.com/2014/05/29/el-adoctrinamiento-ideologico-de-podemos/

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