Juan J. Molina
jueves, 28 de octubre de 2010
Me llamo Pérez, Arturo Pérez
Todos tenemos nuestras debilidades y yo no voy a ser menos, siento debilidad por Arturo Pérez Reverte, qué le voy a hacer, suscribiría sin cambiar una coma prácticamente todo lo que escribe, me identifico con esa mala leche genética española que nos pone saber cuánto mal nacido pulula por estas tierras jodiendo al personal y yéndose de rositas después.
Como todo el que blande su estandarte sin miserias ni vergüenzas es visto antes o después por sus enemigos, ahora le ha tocado el turno a Arturo y lo están poniendo como hoja de perejil por un quíteme usted esta “mierda”. Cierto es que yo no gusto de insultar a nadie con ese tipo de calificativos si no es a la cara, que luego todo se sabe, y creo que para decirle mierda a un tío hay que conocerle personalmente por eso de olerlo, mirarlo y después de probarlo, como hizo aquel que se encontró una catalina en el camino, poder decir sin miedo a equivocarse: efectivamente esto es mierda sin lugar a dudas.
Probablemente este señor ex ministro en las distancias cortas sea un buen tipo, entrañable con los nietos, afable vecino y buen amigo de sus amigos, sinceramente no lo sé, ni me importa mucho. Por lo tanto yo nunca diría que es un mierda y menos por llorón, quién no ha soltado una lagrimita de cuando en cuando. Pero lo que sí puedo decir sin ningún cargo de conciencia es que fue una mierda de Ministro de Exteriores, que se deslomó por facilitarles la vida a los hermanos Castro y su dictadura marxista con olor a naftalina, que se desvivió en buen rollito con los mamarrachos más peligrosos para la libertad en Sudamérica, léase Evo, Correa, la señora Kirchner y el insuperable capitán Tan y aprendiz de dictador bolivariano Chávez, que se limpia el trasero con la palabra democracia cada día. Un Ministro que arreglaba los cortes de manga de nuestros grandes amigos de marruecos con un “paisa amigo, paisa amigo”, y que ha provocado insomnio a al sur de Andalucía por las carcajadas del gracioso súbdito de su graciosa majestad, el primer ministro de la roca señor Caruana cada vez que alguien le susurraba la palabra España.
Bien es cierto que este hombre solo actuó bajo la atenta supervisión del gran estratega que conduce los designios de este país por la gracia de Allá y de la democracia, el ínclito ZP, también conocido por Mr. Smiling, en español: señor sonrisa, por esa mueca forzada que dibuja en su cara simulando una sonrisa, que es un misterio mayor que el de la sonrisa de la Gioconda, porque, de qué leches se ríe este tío con la que tiene liada.
Al final siempre hay que tomar partido y si tengo que hacerlo no voy a dudar, antes que estar al lado de los que callaron, por ejemplo, cuando otra lumbrera socialista llamó “tontos de los cojones” a los que votan a la derecha y ahora se rasgan las vestiduras, prefiero estar al lado de Arturo, como los viejos camaradas que se baten el cobre hombro con hombro, aunque no disimulan al mirarse a la cara y decirse sin palabras, hay que ver desgraciado en los fregaos que me metes a veces. Si yo fuera presidente del gobierno le ofrecería a Reverte la cartera de exteriores, eso sí, haciéndole jurar y perjurar por los mares del sur, que no le declararía la guerra a más de dos países por semana.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No es por paisanaje; él, aladroque, y yo, barrigaverde...
ResponderEliminarEs por mucho más; es por la libertad contra y frente a las tiranías; es por mil gustos compartidos, filias, fobias..., simpatías, amores...Es también porque nos gusta ser claros y directos y porque casi entonamos, modulado, igualicos, el grito santo y seña de los buenos de la peli, el rotundo "CON DOS COJONES", que entraña toda una cosmovisión compartida.
¿A que sí, Juanjo?.
(Spitfire).
Por supuesto que sí, la libertad no admite a meapilas que se la cogen con papel de fumar.
ResponderEliminarPor cierto, habla con tu amigo Paco del partido político que estamos legalizando...
Saludos
Gracias, Juanjo, ¡le preguntaré!.
ResponderEliminarMás sobre el aladroque cosmopolita -o Pérez Reverte-:
El escritor Arturo Pérez-Reverte ha indicado hoy que cuando ve llorar a un político se pregunta "qué privilegio lamenta perder", aunque ha matizado que "llorar no tiene nada de malo".
"El guerrero Aquiles lloró en 'La Ilíada', Iker Casillas lloró notablemente cuando España ganó el Mundial de Fútbol. Cualquiera puede hacerlo.
Otra cosa es la risa o el llanto de un político", ha sostenido Pérez Reverte durante la presentación de su novela "El asedio" en Milán, según la editorial Alfaguara.
"Cuando veo reír a un político me pregunto qué mercancía averiada ha conseguido colocarme. Cuando lo veo llorar al ser cesado me pregunto qué privilegios lamenta perder. Comparar el llanto de un político cesado con el de Iker Casillas es insultar a Iker Casillas", ha continuado.
Esas declaraciones coinciden con los comentarios que el literato ha publicado hoy en su cuenta de la red de "microblogging" Twitter, donde ha querido puntualizar su crítica al ex ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos, al que llamó "perfecto mierda" por abandonar su cargo con lágrimas en los ojos.
Pérez-Reverte ha reafirmado su postura en Twitter, diciendo que sigue sin ver "nada positivo" en las lágrimas de Moratinos, cuya política considera "claudicante y débil".
"Claro que los hombres lloran (...). Yo hablo de otra cosa. De un ministro que no lloraba por marcar un gol histórico o por perder a un amigo. De un ministro cuya política fue claudicante y débil. Y que se despidió con lágrimas al ser cesado cuando no lo esperaba", ha sostenido en Twitter. (EFE, 28.10.2010).
¡¡Con dos cojones!!!
(Spitfire).
Soy una admiradora y lectora de Pérez Reverte. Y estoy de acuerdo con él. Difiero de cualquier insulto indirecto y sin la persona presente. Pero eso no significa que no tenga razón. Saludos
ResponderEliminar