Juan J. Molina

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martes, 21 de enero de 2014

Garicano: "No podemos financiar el Estado del Bienestar sin antes generar riqueza", por DIEGO SÁNCHEZ DE LA CRUZ

El profesor de la London School of Economics presenta El dilema de España e invita a reflexionar sobre las reformas pendientes.

Luis Garicano, en una imagen de archivo. | Fedea

DIEGO SÁNCHEZ DE LA CRUZ 
Luis Garicano nos recibe sonriente, lleno de energía e impaciente por hablar sobre el futuro económico de España. El profesor de la London School of Economics acaba de publicar El dilema de España (Ediciones Península), un libro en el que apuesta por una economía más productiva como receta para un mayor nivel de bienestar. El lanzamiento ya ha sido todo un éxito. Apenas unos días después de su publicación, el ensayo está entre los libros más vendidos del momento.
¿Qué encontrará el lector en El dilema de España? Uno de los fragmentos más interesantes consiste en un viaje al futuro en el que Garicano nos ofrece dos posibles visiones de España: en una, nuestra economía se parece a la de Venezuela; en otra, la comparación es conDinamarca.
¿Tanto hay en juego? Garicano lo tiene claro. La prosperidad de mañana dependerá del camino que tomemos hoy. La situación de partida que dibuja el profesor afincado en Londres habla de una economía de grandes contrastes. "En España, tenemos un segmento empresarial que destaca por su innovación, su pujanza internacional, su capacidad de competir en el extranjero, pero también tenemos campos de actividad económica en los que no hay competencia y los beneficios los dicta el capricho del regulador. Es el llamado capitalismo castizo".
Frente a ese paradigma, Garicano propone tomarse en serio la liberalización de la economía. "España es uno de los países en los que menos gente confía en el mercado, pero a menudo esa desconfianza se debe a que esos mercados no están funcionando de manera correcta. Necesitamos reducir la intervención y cambiar la regulación para que desaparezcan los mercados basados en capturar rentas y así tengamos mercados en los que el beneficio obedezca a procesos de competencia", apunta.
El profesor de la London School of Economics tiene claro que, si no se aplica una agenda de liberalización capaz de impulsar la productividad y el crecimiento, el Estado del Bienestar será cada vez menos sostenible. "A menudo se habla de los países del Norte de Europa como el ejemplo a seguir, pero no se explica que esos Estados del Bienestar se mantienen porque hay un margen mucho mayor de libertad económica".
¿Ejemplos? "Pensemos en Holanda, allí el sistema de Seguridad Social es completamente privado. Fijémonos en Dinamarca, allí el mercado laboral tiene un enorme grado de flexibilidad. Al final, no se puede financiar un Estado del Bienestar moderno si antes no se genera riqueza suficiente. ¿Y dónde se genera esa riqueza? ¡Se genera en el mercado!", enfatiza. Aquí Garicano insiste en la importancia de las instituciones para habilitar ese mayor grado de laissez faire.
"Desde Douglass North hasta Daron Acemoglu, si algo hemos aprendido los economistas en los últimos veinte años es que las instituciones son esenciales para el desarrollo de un mercado competitivo y dinámico".
Según el autor de El dilema de España, estas ideas y principios no están necesariamente tan lejos de la mentalidad del español común. "No escucho que mucha gente critique los salarios de Zara. Se entiende y se acepta que es una empresa que compite en todo el mundo, que genera mucho empleo y que fija las condiciones salariales que ve convenientes. Otra cosa es la caja de ahorros, el subsidio, el amiguismo… Cuando las rentas siguen al mérito y se alcanzan en competencia, se asume sin problema. Cuando las rentas se derivan de favores, ahí viene el problema. Ahí es cuando la gente cree que le están tomando el pelo. Y tienen razón. Pero eso no es el capitalismo, eso no es el mercado. Eso, si se quiere, es el capitalismo castizo".
Esa diferenciación preocupa mucho a Garicano. "Amancio Ortega no hace su dinero en esos sistemas, tampoco Bill Gates, tampoco Steve Jobs, tampoco cualquier empresario que trabaja en un entorno competitivo. Esa riqueza se genera produciendo cosas que los demás valoran. Y eso es el capitalismo. Punto".

Las propuestas

Garicano, uno de los fundadores del blog económico Nada es gratis, quepresentó su nuevo libro este lunes en la Fundación Rafael del Pino el día 20 de enero, apuesta por adoptar reformas integrales que mejoren el marco económico e institucional de nuestro país. No obstante, también contempla propuestas originales y de fácil aplicación.
Así, habla abiertamente de "abolir el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y eliminar los impuestos directos a las personas mayores de 65 años. Los dos gravámenes que menciono apenas tienen impacto en la recaudación, pero su efecto es muy negativo. Sobre el segundo punto, acabar con la imposición directa no tendría ningún coste fiscal en el caso de los jubilados españoles y, además, nos ayudaría a atraer a más personas de otros países".
Cuando Garicano propuso por primera vez esta interesante reforma tributaria habló abiertamente de usar este tipo de incentivos fiscales paraconvertir a España en la Florida de Europa. "Vivir en España tendría entonces un enorme atractivo para muchos jubilados. Esto aportaría riqueza al país y nos permitiría generar puestos de trabajo dedicados a estos nuevos residentes", señala el catedrático de Economía y Estrategia.
La reconversión laboral que habilitaría esta propuesta se enmarca dentro de un reto más general que también plantea El dilema de España: latransición hacia nuevas fórmulas de empleo, "con menos trabajo en los sectores más rutinarios y mecánicos, pero con más oportunidades en otros ámbitos. En el campo de los servicios profesionales, los estudios de FEDEA han demostrado que tenemos capacidad de crear un millón de nuevos empleos. Hay mucho por ganar, pero esas oportunidades no van a llegar solas, hay que crearlas".
¿Se producirán estos cambios o saldremos de esta crisis consolidando estructuras económicas poco competitivas? Garicano cree que estar en el euro nos conducirá por el primer camino. "Inicialmente, la moneda única ayudó a profundizar la burbuja inmobiliaria. Eran años en los que la productividad bajaba de forma sistemática. No obstante, como no hemos podido consolidar ese modelo a golpe de devaluaciones, el euro ha sido un corsé muy bueno y muy necesario, pues nos ha obligado a afrontar las reformas pendientes", apunta el doctor en Economía por la Universidad de Chicago.
Estas reformas que ha abordado España empiezan a arrojar resultados positivos en los indicadores sintéticos de actividad. Sin embargo, queda mucho trabajo por hacer. Garicano tiene claro que una de nuestras asignaturas pendientes es el mercado laboral. Su propuesta de adoptar un "contrato único" se apoya en la simplificación normativa, pero, sobre todo, "en la necesidad de evitar que haya un gran muro separando a quienes tienen contratos indefinidos y quienes no. El coste de contratación y despido de los primeros es muy diferente al de los segundos. Introduciendo un esquema más gradual, el mercado laboral sería más flexible, evitando que tantos y tantos jóvenes se queden en un círculo vicioso en el que conseguir un empleo estable parezca casi un milagro".
Poniendo el ejemplo de Reino Unido, Garicano subraya que las islas británicas "vivieron una caída del PIB similar a la de España, pero no por ello experimentaron un dramático repunte del desempleo. En Reino Unido, los salarios cayeron al comienzo de la crisis, las horas de trabajo se ajustaron a la baja, pero lo cierto es que, en términos de paro, no se produjo un estallido como el que se ha dado en España. Esto ayuda a que la crisis sea mucho más llevadera y nos enseña que nuestro mercado laboral debe cambiar para evitar que futuras recesiones nos vuelvan a llevar a situaciones como la actual".
El profesor se muestra especialmente crítico a la hora de hablar de la educación en España. Refiriéndose a la universidad, pide que, en vez de enmendar el modelo actual, se replantee por completo. "Ahora mismo, la universidad española no hace su trabajo. Todo se basa en el dictado de contenidos, en conseguir que los jóvenes memoricen algo y lo reproduzcan en un examen. Eso no es educar ni enseñar. A eso unimos el problema que tenemos en cuanto a la innovación, el desfase entre los contenidos académicos y la realidad del mercado", apunta Garicano.

La cuestión territorial

Refiriéndose al debate sobre la hipotética secesión de Cataluña, el autor se muestra preocupado por la falta de entendimiento entre los gobiernos de Rajoy y Mas. "Desde Cataluña se piensa solamente en la legitimidad de los votos y desde Moncloa se argumenta solamente en base a la legitimidad de la ley. El problema es que es difícil encajar estas visiones. Me preocupa que esto acabe en un choque de trenes", apunta.
El académico propone explorar el federalismo fiscal como una vía alternativa. "España tiene que ir en esta dirección. La financiación de cada Comunidad Autónoma debe responder a sus propias decisiones económicas, fiscales... El cupo vasco sería un buen ejemplo a seguir. En última instancia, se trata de impulsar la competencia entre regiones, que, sin duda, sería muy sana, como lo es la competencia en general".

1 comentario:

  1. El Estado, tendría que rodearse de Economistas con un buen historial, dejarse aconsejar, y actuar en consecuencia. Me he leído el escrito y lo encuentro estupendo. Que tomen nota y la apliquen. Tenemos mucho por hacer, empecemos yá.
    Saludos JJ. Molina, continua poniendo en la pantalla, las novedades, para que todos nos enteremos. Tienen mucha enjundia....

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