Juan J. Molina

Juan J. Molina
Juan J. Molina

miércoles, 9 de diciembre de 2009

EL GOBIERNO DE GROUCHO ZAPATERO MARX


Yo tengo principios, pero si no le gustan los cambio. Esa parece ser la consigna de este gobierno socialista. Tenemos una Constitución pero si ustedes no quieren cumplirla en sus autonomías, no pasa nada, por nosotros que no quede, si es necesario les animamos a que lo hagan. Las democracias por principio no negocian con terroristas, pero si hay que negociar se negocia, da igual que sean terroristas vascos, que piratas de pata de palo o radicales musulmanes. Las colonias en el siglo XXI son un anacronismo indecente, y más si encima se ponen chulas amparándose en mi primo de zumo sol, pero es igual nosotros agachamos la cabeza y pedimos perdón por triplicado no vaya a ser que nos falte alguna copia. El gobierno seudo-medieval de nuestros vecinos de Marruecos echa a una ciudadana saharaui a nuestro territorio, ésta se pone en huelga de hambre y el marrón nos lo comemos nosotros y mucho cuidado con alzar la voz no sea que Mohamed se mosquee. Como dice Reverte a los españoles ya no nos hace falta llevar bandera, se nos conoce de lejos por la cara de panolis que se nos ha puesto desde que tenemos a este lumbreras de presidente. Si hemos conseguido llegar a este nivel de mindundis en el plano internacional sin entrenamiento, no quiero pensar hasta donde podríamos llegar con un poquito de puesta a punto.
Y lo peor de todo es que el mango de la sartén está en nuestras manos, si nosotros pusiéramos lo que hay que poner sobre la mesa, Marruecos no vendía ni una sandalia en Europa y las mercancías las iba a tener que mandar vía Cabo de Hornos. Si nosotros tuviéramos lo que hay que tener, la china de Gibraltar no estaría en nuestro zapato sino en el de la Reina de Inglaterra, porque las colonias además de ser un anacronismo tienen que salirle muy caras a sus dueños y aquello tendría que ser una urbanización de lujo para inglaterra donde el recibo de la luz, agua, teléfono, gas, alquiler de la pista de aterrizaje y la comida para los monos tendrían que pagarlos en facturas de seis cifras o si no que se convierta en un Lian Sian Po: chin lú, chin agua, chin gá y chin ná.
Y a los terroristas todos sabemos como se les gana, lo hemos aprendido a base de leches y muertos, y es con la ley, la unidad y la firmeza en los principios democráticos, es un camino muy duro porque éstos desalmados tienen poco que perder y nosotros mucho, pero por desgracia es el único camino que funciona.

2 comentarios:

  1. No sé si Zapatero cambia de principios como de calzoncillos, más bien creo que, como el resto de la izquierda europea, se ha quedado sin ellos. Quien actúa desde el vacio deontológico puede girar la tuerca en el sentido que le interese o le plazca. El problema del onanismo político zapateril es que tiene efectos secundarios y, como bien apuntas en tu escrito, estos podrían ser calificados de perversos, o al menos, como una clase no tipificada, creo, de autodestrucción no calculada. La munición que utiliza nuestra ínclita Alicia es un cóctel de megalomanía, falsa prudencia, incapacidad gobernativa, ineptitud institucional y progresía de churro mojado en chocolate caliente. Zapatero es un buen político, de hecho vive de este "cuento" desde hace unos cuantos años, pero, un pésimo estadista en connivencia con la corte de acólitos que le rodean, cuya ineptitud sólo es comparable a su villanía. Un saludo. Paco f.

    PD

    Tienes más razón que un santo. Te lo digo yo que como bien sabes no me caracterizo por este tipo de devociones.

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  2. Buen político,jajajja. Si mentir se le da de miedo y actuar no diagamos.
    Eso pasa porque algunos votaron a "Bebes politicos" y el Zpatero, e eso un bebe político, lo malo es que muchos le siguen sus risitas, sera por miedo, o sera por llenarse los bolsillos.

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