Imagínate delante de un grupo de jóvenes a los que les preguntas qué esperan conseguir cuando tengan cuarenta años. ¿Qué crees que te dirían? La mayoría optaría por decir qué es lo que quiere tener. Sin embargo, un segundo grupo respondería qué tipo de persona quieren ser. Estos segundos son los que tienen una idea clara de a dónde van.
Este símil lo podemos trasladar al mundo empresarial. Nos encontramos con las mismas dos respuestas. Muchas compañías piensan sólo en términos de dinero y ésas no saben hacia dónde van.
Walt Disney dijo “Disneyland es un trabajo de amor. No lo creamos sólo con la idea de ganar dinero“. Hacer dinero tiene ser un elemento secundario a tu misión. Una alegre consecuencia de hacer un gran trabajo para la gente a la que quieres servir.
Una empresa, si quiere perdurar, tiene que tener una Misión que refleje por qué existe, cómo quiere cambiar el mundo en el que actúa y cuál es el alma de la compañía. Los objetivos cambian, la Misión no. La misión inspira, guía las acciones de todos y les une en un foco común, les alinea en una misma dirección.
Las personas no se mueven sólo por dinero, prefieren hacer algo grande. Steve Jobs captó a John Sculley, entonces vicepresidente de PepsiCo, para Apple diciéndole: “¿Quieres pasar el resto de tu vida vendiendo agua azucarada o quieres una oportunidad para cambiar el mundo?”.
La misión de Nike es “Experimentar la emoción de la competición, ganar“, la de Walt Disney es “Hacer feliz a la gente“, la de Mary Kay Cosmetics es “Dar oportunidades ilimitadas a las mujeres“, la Misión de IKEA es “crear una vida mejor en el día a día para la mayoría“.
¿Tiene una Misión tu empresa?, ¿Es clara? Si no lo es, reflexiona sobre ello ya, no dejes que pase más tiempo. Vuestra misión debe ser sencilla y concreta pues la simplicidad es una fuerza multiplicadora. 3M define su misión como “una búsqueda permanente para resolver de manera innovadora problemas no resueltos“.
Para entender el propósito central de tu empresa, pregúntate ¿Qué se perdería si mi empresa dejase de existir? ¿Por qué merece la pena que exista? Si no existiese, ¿Habría que crearla?
Muchas empresas viven sin Misión. Dan tumbos y cambian su rumbo estratégico cada cierto tiempo perdiendo muchísimo valor. Si quieres alinear a tu organización con un rumbo, sería bueno que todos conozcan ese rumbo y a dónde queréis llegar.
Toda fuerza es débil si no está unida, por eso la Misión es ese elemento de unidad que os dará dirección.
Sobre el autor:
Enrique Quemada Clariana
Presidente de ONEtoONE Corporate Finance
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