Juan J. Molina

Juan J. Molina
Juan J. Molina

sábado, 15 de mayo de 2010

ASÍ COMENZÓ LA LEYENDA…




En el país del Rey Juan Carlos había muchas injusticias y entuertos que arreglar. Su balido el presidente Zapatero mal gobernaba el reino con mentiras y despilfarro ayudado por algunos barones del norte y cabecillas del llamado ejército rojo, aquel que perdió la guerra contra el conocido bando Nacional encabezado por el general Franco y que tras ganarla impuso 40 años de dictadura hasta su muerte.
Cuando el reino llegó casi a la banca rota por la incapacidad y falta de sesera de Zapatero y su corte, otros reinos se inquietaron y advirtieron que no iban a permitir que la quiebra de España les arrastrara al abismo. Entonces el balido Zapatero impuso un régimen de esquilme y usurería al pueblo, bajó las rentas de los asalariados mientras seguía beneficiando a sus adeptos de los gremios sindicales, congeló las pensiones de los mayores aunque siguió untando generosamente a las castas políticas y terminó subiendo los impuestos a todos los súbditos del reino para poder pagar las inmensas deudas que había creado su nefasta gestión.
El barón conocido como Rajoy que era su máximo opositor no despertaba la confianza del maltratado pueblo, era débil como líder, nunca demostró verdadero valor en los campos de batalla y muchos de sus barones eran corruptos y perseguidos por la ley.
Mientras todo esto ocurría, en los bosques de la desesperanza se fue formando un ejército de hombres desarraigados de las mentiras de sus gobernantes, de mujeres que amamantaban a sus hijos con leche de libertad y justicia. Un ejército que crecía día a día con todos los desheredados de la tierra, con todos los engañados y defraudados por sus líderes de cartón, hombres y mujeres que acuñaron un lema: Levantaos una y otra vez, hasta que los corderos se vuelvan leones.
Aquellos hombres, cuenta la leyenda, son conocidos entre el pueblo como los liberales aunque entre ellos gustan de llamarse librepensadores, se despojaron de las pesadas cadenas que querían imponerles las izquierdas y las derechas. Luchan por unas leyes que igualen a los hombres en derechos y obligaciones, gritan que las libertades y los derechos son de los individuos y nunca de los territorios. Desde los bosques de la desesperanza construyen caminos hacia la esperanza de un mundo mejor. ¡Ha llegado el momento de despertar a los corderos de este pueblo adormecido hasta convertirlos en leones!

2 comentarios:

  1. "Luchan por unas leyes que igualen a los hombres en derechos y obligaciones, gritan que las libertades y los derechos son de los individuos y nunca de los territorios. Desde los bosques de la desesperanza construyen caminos hacia la esperanza de un mundo mejor. ¡Ha llegado el momento de despertar a los corderos de este pueblo adormecido hasta convertirlos en leones!"

    Que todos los dioses te oigan para que la fábula se haga realidad.

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  2. Estimado amigo, gobernar, en una de las acepciones que presenta el diccionario de la Real Academia Española, es guiar y dirigir. Ciertamente, Zapatero gobierna. La cuestión es que sin guiarnos, pues nunca sabemos dónde se encuentra, sí venimos experimentando, desde hace algunos años, hacia donde nos dirige. No voy a repetir, por sabidos, ni cifras ni atropellos. En cuanto a la oposición que a nada se opone, salvo a sus propios planteamientos, ¿qué decir? Tú ya dices bastante en tu relato. La cuestión estriba en si estos pro-hombres que imaginas -¿o son reales?- en tu leyenda darán o no la talla. ¿No se llego a pensar algo semejante en los inicios de UPyD?

    Un saludo...

    Paco f

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