COHOUSING, EL ANTÍDOTO CONTRA LA SOLEDAD
COHOUSING, EL
ANTÍDOTO CONTRA LA SOLEDAD
Según previsiones de la OCDE, en el 2050 en Europa la mitad
de la población será mayor de 50 años, pero para España la previsión es todavía
más cruda, tres de cada cuatro españoles serán mayores de 65 años, el 75% de la
población serán jubilados o muy cerca de serlo ¿se imaginan lo que puede
suponer una sociedad así de envejecida?
Aunque de lo que quiero hablarles no es de esa cuestión
demográfica, sino de cómo van a vivir esos millones de seniors los últimos años
de su vida. Cada cual afronta su vejez como puede y le dejan, pero la mayoría,
sino todos, tienen clara una cosa, no quieren estar solos. Ese es el gran
problema de hacerse mayor junto con los cuidados por la mayor dependencia para
casi todo que trae el paso de los años. La soledad ya es un problema muy serio
en nuestra sociedad, más de dos millones de personas mayores de 65 años viven
solas en nuestro país, y de esas, tres de cada cuatro son mujeres.
Hasta ahora las soluciones comunes eran las residencias, de
las que hay un déficit de más de 70.000 plazas en estos momentos, o quedarse en
casa con ayuda domiciliaria, esta última posibilidad tiene una ventaja, estás
en tu casa y con tu entorno material y familiar, pero cada vez las personas se
van aislando más, hasta llegar a tener sólo contacto con su cuidadora y
familia. A estas dos salidas se ha unido otra alternativa, las viviendas
colaborativas o cohousing, algo que ya lleva años desarrollándose en otros
países y que aquí está empezando a tomar cuerpo.
El cohousing es una iniciativa que parte de un grupo de
personas con la intención de crear un lugar pensado por ellos y para ellos,
donde vivir de manera auto gestionada y en compañía los unos de los otros. La
fórmula más común es la cooperativa con cesión
de uso, en la que la cooperativa es la propietaria y las personas tienen
derecho de uso indefinido. Es un derecho que se puede transmitir por herencia y
se puede vender a través de la cooperativa. Este sistema evita la especulación
con las viviendas y permite al grupo mantener siempre la última palabra en
cuanto a nuevas incorporaciones. No se
trata de la simple promoción colectiva de vivienda, sino de la construcción de
comunidades con vocación de establecer vínculos en su seno y con su entorno
cercano.
El ‘senior cohousing’
es la vivienda colaborativa de y para personas mayores. El envejecimiento
activo, la oportunidad de pensar en los espacios y servicios comunes desde el
enfoque de la prevención de la dependencia y el fomento de la autonomía
personal y el reto de la soledad en nuestras sociedades, confluyen en el
espíritu de la vivienda colaborativa y la convierten en una alternativa
atractiva para las personas mayores. Existen numerosos referentes en Europa,
especialmente en los países nórdicos, pero también han sido varias las
experiencias de este tipo emprendidas en nuestro país en los últimos años.
Hay tantos tipos de
cohousing como grupos de personas promotoras de los proyectos, las tipologías
más comunes son Senior e Intergeneracionales. El primero pensado
para personas mayores y el segundo, donde no hay límites de edad, conviven
desde familias con niños hasta personas ya jubiladas. A partir de esos dos
modelos básicos, las condiciones de cada comunidad las dictan sus integrantes,
de hecho, hay incluso cohousing donde sólo se admiten personas de un mismo
sexo.
Un aspecto
importante en los modelos de Cohousing es el enfoque en cuanto a los servicios
que van a recibir sus integrantes. Actualmente la legislación de nuestro
país (Asturias, Madrid) está cambiando respecto a las iniciativas de viviendas colaborativas,
si el proyecto reúne las características adecuadas, puede ser autorizado como entidad de servicios Sociales, de manera que sus residentes recibirían los
mismos cuidados sanitarios que tendrían en una entidad pública como, por
ejemplo, una residencia, pero con las ventajas de la vida en un cohousing.
El gobierno nacional en el Plan Estatal para el acceso a
la vivienda 2022-2025 ya incluye un
apartado exclusivo de ayudas para proyectos de cohousing.
Un proyecto de
viviendas colaborativas es un proyecto social, las personas que van a
vivir allí lo hacen con la idea de interactuar también con el entorno en el que
se ubican, la imbricación social y económica con la zona en la que se instalan
es enormemente beneficiosa para ambas partes, pero construir un sueño tiene sus
dificultades, la labor que hacen los facilitadores: expertos que guían a los
grupos en cada parte del proceso es fundamental. También es importante la
implicación de las administraciones tanto a nivel regional, como local,
ayudando al desarrollo de estos proyectos en todas las facetas posibles.
Murcia, por sus
características sociales y ambientales, reúne unas condiciones excepcionales
para el desarrollo de este tipo de proyectos para una vejez activa y feliz, le
auguro un gran futuro en nuestra región, y espero que los responsables
políticos tomen nota y empiecen a legislar para favorecer este tipo de
iniciativas, como ya han hecho en otras comunidades de España.
Juan J. Molina
Diputado Regional por el P. Ciudadanos durante la IX y X
legislatura