Juan J. Molina

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miércoles, 26 de noviembre de 2014

Islam – entrevista a Serafín Fanjul

fanjulIslam significa sumisión. Sumisión al poder arbitrario e impenitente de Alá, también denominado, no sin cierta ironía, el misericordioso. El mejor sucesor del demiurgo del Antiguo Testamento judío no es el Dios del Nuevo, sino el poderosísimo Alá, cuyo profeta es Mahoma. El Dios de Jesús propone el sacrificio en la cruz para su hijo, la otra mejilla para el agresor y un proselitismo universalista, abierto a los gentiles. Para Alá el otro, dentro y fuera del Islam, es enemigo al que hay que domeñar, bien manteniéndole apartado del poder e influencia sociales bien destruyéndolo. La alternativa se da entre la sumisión a una ley inexorable, escrita con sangre y fuego en el Corán y a través de las conquistas guerreras, y la muerte.
Mil millones de almas rezan sus oraciones mirando a la Meca. La importancia del Islam en nuestros días es enorme. Es mucho más que una religión, si por religión entendemos una actividad privada o pública que se restringe a los hogares y a los Templos. El Islam es, desde su origen, política. La Teocracia es parte de su esencia. Por ello resulta tan difícil integrar a las sociedades islámicas en el círculo de las democracias representativas de corte liberal. En el Islam no hay una parte para Dios y otra para el César: todo es de Dios, y el César ha de ser Califa a su servicio.
Ciertamente hay variables regionales e históricas. A pesar de la importancia de la Ummah (o demo de musulmanes), el Islam no constituye una unidad de acción monolítica. No es como su Kaaba o piedra negra sagrada. Tiene fisuras. Tampoco es un ejército de creyentes. Esto se debe a que ni es un mineral ni es un superorganismo. Se trata, simplemente, de un conjunto de creencias apoyadas en una Tradición (Hadiths) y en un Libro (Corán), que afectan notablemente al modo de ver el mundo y de actuar en él, compartidas por gran número de personas y distintas sociedades que van desde el Oeste de África hasta Oceanía.
Serafín Fanjul, importante arabista español, ha dedicado su vida a estudiar el Islam como fenómeno religioso, sociológico, económico y político. Dentro de su especialidad, en la que necesariamente debe mirarse al Islam positivamente (en un sentido científico y no científico) podría decirse que se encuentra entre los no particularmente simpatizantes del mismo. Esto se debe fundamentalmente a que considera nuestros valores e instituciones occidentales más adecuados para el mundo de hoy, y los propuestos por el cuerpo de ideas del Islam más nocivos.
El Profesor Fanjul ha tenido la cortesía de respondernos unas preguntas sobre el Islam.
1.-¿Qué esperanzas tiene la libertad en el mundo islámico?
Es imposible dar una respuesta categórica en términos de Bien o Mal, sólo podemos señalar que las perspectivas actuales en todos los países islámicos – y en un futuro cercano – son bastante difíciles. Sí podemos decir sin faltar a la verdad que la libertad religiosa y de opinión en esos países (incluidos los más avanzados) oscila entre precaria e inexistente. La propaganda anticristiana, por ejemplo en Egipto, es masiva y visible; en otros lugares, el método es el terrorismo directamente, o la prohibición de otros cultos sin tapujos (Arabia, etc.).
2.-¿En qué medida se puede decir que el Islam es una religión violenta?
El Islam – como otras religiones – se extendió por la fuerza y así se ha mantenido. Las incitaciones a la violencia son innumerables tanto en el Corán como en las tradiciones de Mahoma, lo cual no significa que siempre necesiten acudir a la violencia para sostener la situación: ella se mantiene por su propia inercia.
3.- ¿Cree que existe un choque de civilizaciones, como apuntara Samuel Huntington?
Depende del concepto que tengamos de choque y de civilización. No se trata de grandes enfrentamientos (que pueden llegar a ocurrir) de divisiones acorazadas, escuadras y masas de aviones, sino de una confrontación sutil, cotidiana y en grado sumo dañina en el comportamiento habitual. Cuando un padre impide a sus hijas acudir a la escuela es choque de civilizaciones, si la mujer tiene la mitad de valor jurídico que el hombre en todos los sentidos es choque de civilizaciones, si se impiden por la fuerza los matrimonios mixtos de musulmana con no musulmán es choque de civilizaciones. En definitiva se trata del contraste entre sociedad abierta y sociedad cerrada.

4.- ¿Qué variables demográficas, históricas, políticas, sociales, económicas, son relevantes en el actual auge del islamismo radical?
El control de la producción petrolera en gran medida, la explosión demográfica, la entrada masiva en Europa de inmigrantes musulmanes, el retroceso voluntario de Occidente ante el Tercer Mundo , la falta de convicción en nosotros mismos de los occidentales y la búsqueda por parte de los islamistas de un retorno a los imaginarios orígenes de pureza del Islam primitivo.
5.- ¿Cómo fue el gobierno de los musulmanes en España? ¿eran tan tolerantes? ¿era el Islam la civilización más avanzada en el alto medioevo, tal como sugieren algunos?
Al-Andalus no fue peor ni mejor en cuanto a tolerancia que los países coetáneos. Por otra parte, no puede hablarse de Al-Andalus como un todo homogéneo, depende de las épocas, los lugares y las circunstancias históricas inmediatas. No era lo mismo el momento de poder (al menos aparente) del Califato cordobés, en que no se veían en peligro, que la Granada de los dos últimos siglos, por completo monolingüe, con una sola religión y a la defensiva.
6.- ¿Cómo son los gobiernos de los países musulmanes de hoy con las minorías no musulmanas? ¿cómo es la convivencia con las minorías musulmanas en las sociedades no musulmanas?
La actuación de los distintos gobiernos musulmanes varía según circunstancias muy diversas, en función del número que representen las minorías no musulmanas, los hechos históricos de cada cual o la relación e implicaciones con occidentales, empresas, etc. Oscila entre una tolerancia muy superficial, pero que prohíbe en cualquier caso el proselitismo ajeno, y una rigidez absoluta que persigue – hasta con la muerte – la apostasía o el ejercicio de otras creencias (Afganistán, Arabia, Sudán serían casos extremos). Los supuestos moderados (Marruecos, Túnez, Turquía) tampoco permiten el culto libre. La convivencia con musulmanes en Europa es conflictiva por su incapacidad para aceptar el entorno que les rodea y su negativa cerrada a la integración y a la participación en pie de igualdad (en derechos y deberes) en las sociedades que les acogen. Previsiblemente, en el futuro la situación empeorará.
7.- ¿Cuál es el papel de la mujer, hoy, en el Islam?
En el Islam tradicional que intentan resucitar y que están imponiendo por la fuerza en numerosos países musulmanes, la mujer tiene un papel subsidiario, con inferioridad legal e imposibilidad física material de desempeñar funciones o actos tan elementales como conducir un coche, viajar sola o decidir con quién se casa. La situación varía de unos países a otros, entre mala y peor.
8.- ¿Tiene la Ummah alguna unidad? ¿no son los musulmanes los principales enemigos de los musulmanes?
Sí hay una unidad psicológica, sentimental y de creencia básica muy fuerte. Otra cosa es que, con frecuencia, los musulmanes se maten entre sí, pero también lo hacían – y hacen – los cristianos en otras latitudes.

9.- ¿Cómo podemos evitar la xenofobia para con los musulmanes? ¿cómo lograr evitar una islamofobia beligerante y a un tiempo una islamofilia claudicante?
Haciendo cumplir las leyes a los inmigrantes, de modo que los nacionales no perciban una discriminación en su contra. En el caso español hay que decir que los diferentes gobiernos (centrales o autonómicos) ni han cuidado, ni cuidan, en absoluto este capítulo, pues piensan que la imagen progresista se gana regalando privilegios a los recién llegados: a la sociedad corresponde castigar a tales políticos. La islamofilia es una enfermedad relativamente fácil de curar, basta con enviar una buena temporada a los aquejados de ella a vivir en un país musulmán sin mucho dinero en el bolsillo.
10.- ¿Es factible una islamización de Europa?
No me parece que eso vaya a ocurrir, ni a medio plazo, porque la sociedad europea acabará reaccionando cuando las sinrazones sean insoportables. En eso estamos.
11.-Eso que llamamos “islam moderado” ¿es o puede ser, verdadero islam? ¿Hasta que punto es incompatible la ortodoxia islámica con los valores admitidos por nuestra sociedad?
Los musulmanes se ríen de esas distinciones inventadas por los periodistas y los políticos occidentales para tranquilizarse y no tener que coger al toro por los cuernos. No hay moderados y extremistas sino creyentes sinceros y que cumplen rigurosamente con sus obligaciones litúrgicas y formales y otros que disimulan – y mucho – sus inobservancias por la cuenta que les trae. Estos últimos (difíciles de cuantificar) son minoría, creo. Considero irrelevante que la ortodoxia islámica sea compatible o no con nuestro ordenamiento jurídico y nuestras pautas culturales: hay que aplicarlos. Y punto
Fuente: http://laverdadofende.wordpress.com/2014/11/25/islam-entrevista-a-serafin-fanjul/

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